¡LA SEPULTURA DE CRISTO!
INTRODUCCIÓN: ¿Cómo, cuándo y dónde fue SEPULTADO Cristo? Analicémoslo teniendo en cuenta lo estudiado en las Santas Escrituras (la Biblia) y también lo aprendido en los estudios teológicos (Cipep). Veamos:
1. ¿Quién le dio cristiana y digna sepultura a Jesús?
- a. José de Arimatea sepultó al Cristo crucificado
Era de un pueblo a 32 km de Jerusalén (Arimatea), rico, discípulo secreto (Mateo 27: 57; Juan 19: 38), miembro del concilio o sanedrín, esperaba el reino de Dios (Marcos 15: 42): Jesús predicó del reino (Marcos 1: 14, 15; 4: 10-12, 30; 12: 34) y también era osado (Marcos 15: 42-47), varón bueno y justo (Lucas 23: 50, 51)
- Lo hizo en compañía de Nicodemo
Nicodemo un personaje importante (maestro), que buscó a Jesús de noche (Juan 3: 1-21). José de Arimatea junto con Nicodemo, se encargaron de darle santa y digna sepultura (de noche) a Cristo y lo hicieron en un huero y sepulcro nuevo (Juan 19: 39-42)
2. ¿Cómo fue la iniciativa de la sepultura de Cristo?
a. Peligroso (riesgoso): el trabajo de sacar el cadáver de la cruz y enterrarlo significaba identificarse con el ejecutado como criminal después de manifestaciones grandes y públicas en su contra esa misma mañana. ¡Lo hicieron secretamente por miedo a los judíos! (Juan 19: 38)
b. Costoso: comprar las sabanas, dar su propia sepultura nueva, gastar horas de tiempo y esfuerzo en medio de un feriado público. Además había un equipo de servidores que llevaban consigo escaleras para bajar el cuerpo de la cruz, vendas y un lienzo grande. Nicodemo fue también llevando una mixtura de mirra y áloes, de unas cien libras: 45 kilos de especies (Juan 19: 39). Esto era una cantidad enorme de perfumes, digna de la sepultura de un rey (Isaías 11: 10)
Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos, con los aromas como es costumbre dar sepultura entre los judíos y fue sepultado en un sepulcro cerca y nuevo (Juan 19: 40-42). Se dice que “cuando murió el rey Herodes se emplearon 500 esclavos para cargar los aromas de sus exequias, cuando murió el rabino Gamaliel, se quemaron 40 kilos de esencias en su funeral. Entonces Jesús no podía ser menos y si en la cruz habían puesto un cartel que lo proclamaba como “Rey de los judíos” (Juan 19: 19, 20) debía de recibir una sepultura acorde con Su rango
Además la tumba fue custodiada para que según ellos (fariseos y principales sacerdotes) los discípulos no se robaran el cuerpo y diciendo que había resucitado (Mateo 27: 62- 66). ¡Las mujeres seguidoras de Jesús sólo miraban de lejos dónde ponía José el cuerpo, pero no colaboraron para nada en la sepultura! (Marcos 15: 47).
c. Desagradable: preparar y envolver un cadáver herido y ensangrentado
3. ¿Cuáles son las razones de Su sepultura?
- Para comprobar la verdad de Su muerte: una persona no es puesta en el sepulcro sino cuando ya consta la verdad de su muerte. Por esto se dice que Pilato, antes de permitir que Cristo fuese sepultado, averiguó tras diligente investigación si había muerto (Marcos 15: 44-45)
- Para cumplirse la profecía (Isaías 11: 10; 53: 9; Mateo 26: 6-12; Hechos 13: 27-30)
- Porque, por haber resucitado Cristo del sepulcro, se otorga la esperanza de resucitar, por medio de él mismo, a los que están en el sepulcro. Todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oyeren, vivirán (Juan 5: 25-28)
- Como ejemplo para que también los bautizados que por la muerte de Cristo mueren al pecado, son como con sepultados con Cristo por medio de inmersión (Romanos 6: 4)
- Cristo fue sepultado en un huerto para significar que por Su muerte y sepultura somos librados de la muerte en que incurrimos por el pecado de Adán cometido en el huerto del paraíso. Y por eso como dijo Agustín: “el Salvador fue puesto en una sepultura ajena, porque moría en favor de la salud de los otros”.
- Cristo padeció la muerte de un villano, pero se le dio una sepultura de honra con los ricos (Isaías 53: 9). Esto muestra que la humillación de nuestro Señor se terminaba aquí. Su cuerpo no fue echado a una tumba común con los dos ladrones, sino que fue puesto con el respeto y la honra que Él merecía, en el sepulcro de un hombre rico y honorable
CONCLUSIÓN: Lo importante de todo esto es que José de Arimatea al encargarse de la sepultura de Su Maestro y Salvador no lo hizo para GANAR éxito, aplausos ni recompensa; sino por simple AMOR a Cristo y nada más. ¿No cree usted que esta también debe ser nuestra iniciativa de hacer el bien y SERVIR al Señor por simple AMOR a Cristo? O ¿lo hacemos por motivos egoístas; como ganar fama, aplausos, prestigio, dinero y éxito? ¡No sólo demos hacerlo por amor a Él, sino también para Su gloria! (1 Pedro 4: 11). ¡AMÉN QUE SÍ!
Autor: Gary Leandro
Escrito para www.destellodesugloria.org