¡GRACIAS SEÑOR, INFINITAS GRACIAS DIOS!
1 Tesalonicenses 5:18 (Dios Habla Hoy).
Padre de bondad, cuán grande e inagotable es tu misericordia, cómo podríamos nosotros devolverte tanta gracia y bendición. Aún en medio de nuestras muchas faltas, tú nos concedes el privilegio de ser partícipes de las maravillosas obras que has creado aunque la mayoría de las veces ni siquiera las valoramos.
Gracias Señor, no tengo palabras para expresarte lo agradecida que estoy contigo por todas las bendiciones de las que a diario me permites disfrutar, gracias por todo lo que has creado, desde lo más pequeño y tal vez insignificante para muchas personas, hasta la más grande y exuberante obra de tus manos.
Gracias por el universo, gracias por la noche y el día, gracias por el aire, gracias por el agua, gracias por la naturaleza, gracias por todo ser creado, gracias por la diversidad de tu creación, gracias por la especialidad que pusiste en cada obra Señor.
Gracias por cada experiencia que me has permitido vivir, gracias por los momentos de felicidad y los momentos de tristeza, gracias por los tiempos de abundancia y por los de escasez, gracias por los logros y los fracasos, gracias por mis amigos y los que creen que no lo son, gracias por aquellos que me aman y por los que tal vez me odian, gracias por las oportunidades que me has brindado y por las puertas que me has cerrado, gracias por todo lo que me has dado y lo que me has quitado, gracias por las buenas decisiones que me has permitido tomar y también por las equivocaciones que me has permitido experimentar, gracias por todo lo bueno y lo “malo” que he vivido, gracias Señor.
Gracias Señor por la familia que me diste, gracias por mi hogar, gracias por el alimento que pones en nuestra mesa cada día, gracias por tu abrigo cuando hace frío, gracias por tu abrazo cuando necesitamos calor, gracias por nuestra salud, gracias por tu provisión, gracias por todo lo que nos das y por lo que no nos das Dios.
¡Gracias Señor, infinitas gracias Dios por todo lo que has hecho en mi vida, por lo que tienes planeado para mí, por lo que harás conmigo, por todo lo demás que me permitirás vivir!
Que se haga tu voluntad en mi vida Señor; dame sabiduría y humildad para aceptarla cuando me cueste hacerlo, fortaléceme para perseverar en tus sendas, dame valor y firmeza para cumplir tus propósitos, dame seguridad y convicción para hacer lo que quieres que haga, fortalece mi carácter, sigue moldeándome y transformando mi vida como mejor te parezca. Tú me creaste Señor, soy tuya, soy obra de tus manos, lo mío y los míos te pertenecen a ti; todo lo que soy, sé y tengo, es por ti y para ti.
Dios mío, tú cumplirás en mí todo lo que has pensado hacer.
Tu amor por mí no cambia, pues tú mismo me hiciste. ¡No me abandones!
Salmo 138:8 (Traducción Lenguaje Actual).
Autora: Marisela Ocampo Otálvaro
Escrito para www.destellodesugloria.org
