Pequeños gusanillos
Salmo 121:1-2 Versión Traducción Lenguaje Actual.
¿Te has sentido alguna vez como un pequeño insecto?, minúsculo e intimidado por aquellos depredadores que te embisten y te buscan destruir. Lo cierto es que tenemos una ventaja por delante, no atravesamos este camino solos, si no de la mano de Dios.
Es cierto que como humanos somos simples mortales, frágiles y débiles como un gusanillo, pero Dios en su palabra nos impulsa a no temer, a pesar de nuestra fragilidad, Él hará de nosotros un instrumento fuerte, capaz de reducir a su mínima expresión aquello que nos amenaza.
No temas, gusanito Jacob, oruguita Israel. El SEÑOR dice: “Yo mismo te ayudaré”. El Santo Dios de Israel te salvará. Fíjate, te convertiré en una trilladora nueva y con muchos dientes. Trillarás los montes, los aplastarás y harás que las colinas queden hechas paja. Isaías 41: 14-15 Versión Palabra de Dios Para Todos.
Quizás no entendamos el significado de esta palabra, porque en nuestro entendimiento no cabe la idea de que un pequeño gusano sea convertido en un instrumento grande y fuerte.
Sin embargo en la naturaleza hay cosas sorprendentes que tampoco logramos comprender, por ejemplo, ¿como puede la hormiga ser tan pequeña y aun así ser tan fuerte? Puede levantar cosas de hasta 10 veces su peso, o el llamado escarabajo rinoceronte un pequeño insecto que mide uno solos 4,5 cm de longitud y puede llevar una carga en su dorso de hasta 30 veces su peso, o el crustáceo llamado copépodo el cual solo mide 1 mm!! y es de entre 10 a 30 veces (proporcionalmente a su tamaño) más fuertes que cualquier otro animal. Este tipo de curiosidades despiertan nuestro interés y nos hacen preguntar: ¿Como es posible que esos animales sean tan pequeños y a la vez tan fuertes? Solo Dios hace esto posible.
Y así como Dios hace que estos animales sean tan minúsculos y a la vez tan fuertes, así también nosotros siendo débiles y frágiles, por medio de Cristo Jesús, nos convertimos en instrumentos fuertes capaces de hacer polvo cualquier montaña difícil que se interponga en nuestro camino.
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor. Romanos 8: 37-39 Nueva Versión Internacional.
Autora: Marianny I. Gutiérrez
Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org