¿Evangelio de Cristo o Psicología?
Cuando me detengo a pensar en todo esto, puedo concluir que cada vez necesitamos más de Dios, y que es ésta la verdadera necesidad que todo ser humano posee; no es del conocimiento científico, de la evolución tecnológica, del dinero o los bienes, no es del tener o del saber, es del ser y ser como Dios quiere y no como la sociedad nos exige que seamos.
Supongo que de todo lo anterior ustedes son testigos, lo que sí me parece irónico es que sabiendo cuál es nuestra verdadera necesidad, sigamos envueltos en lo que el mundo ha diseñado como estrategia para solucionar o minimizar cada una de las problemáticas mencionadas. Es decir, nuestra principal prioridad es llenarnos de Dios, de su conocimiento y de su sabiduría, porque es de la única manera que podremos resistir a los embates de éste mundo, cuyo príncipe sabemos perfectamente quién es, “Satanás”. Por lo tanto, el pueblo de Dios debe estar sometido al único conocimiento que da vida y que realmente nos ayuda a crecer cómo Dios quiere que lo hagamos; sin embargo, muchos creyentes aluden mayor eficacia a métodos y teorías psicológicas o de otra índole similar, que al mismo conocimiento de Dios, sabiendo perfectamente que Él es el dueño de la sabiduría, Soberano y Poderoso, el único que tiene la medicina y el tratamiento efectivo para erradicar cualquier tipo de problemática.
Como hijos de Dios, anhelamos escuchar su conocimiento, su evangelio y su palabra, y no psicología, sólo la palabra de Dios tiene poder y tiene vida (Hebreos 4:12). No tengo nada en contra de la psicología, de hecho es una carrera muy bonita, pero no podemos olvidar que es sólo un conocimiento más, limitado, sin poder alguno para transformar nuestras vidas. Me molesta que muchas personas que se dicen ser creyentes, atribuyan mayor importancia y efectividad a sus teorías y técnicas científicas, cuando todo lo que requerimos está en la Biblia. Ningún conocimiento debe anteponerse al conocimiento de Dios, y muchos cristianos no han comprendido la diferencia que existe entre el evangelio de Cristo y la ciencia, cuya diferencia radica en el Poder que tiene la palabra del Señor.
Muchas iglesias se están enfocando en dictar conferencias psicológicas y los creyentes se limitan a escuchar y recibir todo lo que oyen, no escudriñan la palabra y se tragan enterito todo lo que un predicador habla en nombre de Dios.
Que no se nos olvide que tenemos un enemigo que utiliza cualquier cosa, incluso el conocimiento para alejar a las personas de la presencia de Dios, por lo tanto todo conocimiento que no provenga de Él, es mundano. “Cuídense de que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía que sigue tradiciones humanas, la que va de acuerdo con los principios de este mundo y no conforme a Cristo”. Colosenses 2:8 (Nueva Versión Internacional). ¡Ojo! el espíritu de Grecia está invadiendo los pulpitos de la iglesia de Cristo, el cual opera como una estructura espiritual rígida, llena de razonamientos y filosofías humanas; pongamos mucha atención a esto, como creyentes no necesitamos conferencias, necesitamos predicas llenas del poder transformador del Espíritu Santo de Dios, habrá otro lugar y otro momento para adquirir otro tipo de conocimiento.
La psicología al igual que otras ciencias, es una buena herramienta y en buenas manos puede usarse para beneficio del entorno en el que nos desenvolvemos; así como también, en manos y mentes corruptas puede utilizase para destruir al hombre y alejarlo de la gloria de Dios. Además, no se nos puede olvidar que la ciencia está llena de imperfecciones y constantemente está cambiando, y si ponemos nuestra fe en la ciencia dependeríamos de lo imperfecto, pecaminoso y limitado del ser humano, mientras que la palabra de Dios es perfecta, y podrá pasar el cielo y la tierra pero ella jamás pasará (Mateo 24:35). Nuestra fe debe estar puesta en Jesucristo, en su palabra y no en la ciencia.
“Hay quienes piensan que hablar de la muerte de Cristo en la cruz es una tontería. Pero los que así piensan no se salvarán. Sin embargo, para los que sí van a salvarse, es decir, para nosotros, ese mensaje tiene el poder de Dios. En la Biblia Dios dice: ¡Dejaré confundidos a los que creen que saben mucho!
Dios ha demostrado que la gente de este mundo es tonta, pues cree saberlo todo. En realidad, no hay tal cosa como sabios, o expertos en la Biblia, o gente que cree tener todas las respuestas. Dios es tan sabio que no permitió que la gente de este mundo lo conociera mediante el conocimiento humano. En lugar de eso, decidió salvar a los que creyeran en el mensaje que anunciamos, aun cuando este mensaje parezca una tontería.
Para creer en el mensaje que anunciamos, los judíos quieren ver milagros y los gentiles quieren oír un mensaje que suene razonable e inteligente. Pero nosotros anunciamos que Jesús es el Mesías, ¡y que murió en la cruz! Para los que fueron elegidos por Dios, sean judíos o no, Dios ha manifestado su poder y su sabiduría en la muerte del Mesías que Él envió. Así que, lo que parece una tontería de Dios, es mucho más sabio que la sabiduría de este mundo. Podría pensarse que Dios es débil, pero en realidad es más fuerte que cualquiera”. (1 Corintios 1:18-25, TLA).
¡Jesucristo es de quien necesitamos en los pulpitos cristianos, no de la psicología u otra ciencia parecida!
Autora: Marisela Ocampo Otálvaro
Escrito para www.destellodesugloria.org