Cuando el Sufrimiento nos hace entender

Cuando el Sufrimiento nos hace entender

sufrimientoPara un niño, el jugar representa su primer acto creativo, comienza desde que es bebé, a través del vínculo que se establece con la realidad exterior y las fantasías, necesidades y deseos que va adquiriendo. Cuando un niño toma un objeto cualquiera y lo hace volar, está creando un momento único e irrepetible que es absolutamente suyo, mientras este jugando, puede estar concentrado un largo tiempo en su alrededor imaginario, pero cuando se corta o hiere con alguno de sus juguetes, se olvida de su mundo y corre a buscar la ayuda de sus padres. Así somos nosotros, vivimos rodeados de objetos, situaciones y personas que muchas veces nos entretienen por un largo rato, acaparando casi toda nuestra atención, pero cuando la aflicción llama a nuestra puerta corremos a pedir el auxilio de nuestro Padre Celestial. Mientras atravesamos por el desierto de problemas, dudas, tristeza o temores, nuestro corazón se logra sensibilizar y a través de esa situación, El Señor logra captar nuestra atención, y así poner cuidado a lo que El quiere decirnos. Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. Oseas 2:14 (Reina-Velera 1960).

Aunque no lo comprendamos en el momento, las situaciones amargas en nuestra vida cristiana tiene un propósito para bien, pareciera que estas situaciones nos hacen recapacitar y ver con claridad nuestro alrededor, el ruido de nuestras actividades cotidianas cesan y nuestro oído se presta a la voz de El Señor, Al pobre librará de su pobreza, Y en la aflicción despertará  su oíd. Job 36:15 (Reina-Valer 1960). A veces estamos en situaciones que no son del agrado de Dios, o nos enfocamos tanto en nuestra vida terrenal que dejamos a un lado las cosas de El Señor, lo cierto es que Dios permite algunas situaciones dolorosas, de desespero, o preocupación para despertarnos y hacernos entender sobre algo que no está funcionando bien, Despierta además el oído de ellos para la corrección, y les dice que se conviertan de la iniquidad. Job 36:10 (Reina-Valer 1960).

Para muchos madurar suele doler, especialmente cuando nos acostumbramos a vicios o malas costumbres que no queremos dejar atrás. Si embargo podemos ver el ejemplo de las orugas, antes de su transformación son lentas, no vuelan y son una presa fácil, su proceso de metamorfosis produce una serie de cambios drásticos y bruscos en ellas, para luego convertirlas en mariposas, capaces de volar y de sobrevivir en diferentes hábitat. Nosotros nos comportamos así, cuando NO maduramos espiritualmente somos presas fáciles de atrapar, incapaces de resistir en ambientes difíciles, pero cuando soportamos la fuerte transformación nos convertimos en una especie capaz de volar y sobrevivir ante cualquier situación.

Quizás mucho de nosotros llegamos a los pies de El Señor luego de atravesar alguna situación difícil,  otros quizás luego de creer se desviaron del camino pero una experiencia dolorosa los golpeo y los hizo regresar, lo cierto es que el sufrimiento es una especie de megáfono que llama nuestra atención cuando estamos adormecidos, y cuando Dios lo permite es para bien, reflexionemos esto y veamos que quiere decirnos El Señor a través de esta situación difícil, recordando que muchas veces el sufrir es el altoparlante que nos despierta de nuestro mal comportamiento para la corrección.

Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte. 2 Corintios 7:10 (Reina-Valera 1960). 

Autora: Marianny I. Gutiérrez

Escrito originalmente para www.destellodesugloria.org

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