ASA (III): PERDIENDO LA DEVOCIÓN CON DIOS
2 CRÓNICAS 16: 1- 14
INTRODUCCIÓN: Hasta ahora hemos estado enfatizando la iniciativa de Asa en la búsqueda espiritual (2 Crónicas 14); también la manera como se mantuvo en dicha búsqueda por treinta y cinco años (2 crónicas 15). En esta tercera y última entrega nos enfocaremos exclusivamente en la perdida de la comunión espiritual de Asa en sus últimos años de reinado sobre Judá, apartado de Dios y sin devoción espiritual. Veámoslo.
1. APARTIR DEL AÑO TREITA Y SEIS DE SU REINADO (Vr. 1-12)
- Asa había logrado mantenerse en la búsqueda espiritual los primeros quince años (2 Crónicas 14: 4, 7; 15: 10).
- Asa había prolongado y mantenido su búsqueda espiritual por treinta y cinco años (2 Crónicas 15: 12-15, 19)
- Asa a partir del año treinta y seis de su reinado las cosas empezaron a cambiar rotunda y totalmente: fue perdiendo la confianza y la devoción con Dios (vr. 1-10) y terminó sus últimos años sin buscar a Dios: ni en su enfermedad lo quiso buscar (vr. 12). ¡Quien lo creyera!
2. DEJÓ DE APOYARSE EN DIOS PARA HACERLO EN EL HOMBRE (Vr. 2- 6)
- Asa mientras se mantuvo en la búsqueda espiritual se apoyaba en Dios; aun en las situaciones extremas; por ejemplo cuando Zera el etíope con un millón de hombres, trescientos carros y mucha gente de acaballo (el ejercito enemigo más numeroso de la historia bíblica) lo atacó en el valle de Sefata (2 Crónicas 14: 8-15; 15: 7-9). Hasta el mismo Dios reconoció y testificó de como Asa se había apoyado y confiado en Él (2 Crónicas 15: 7-9)
- Asa ahora que ya está perdiendo la devoción con Dios se apoyó en el rey de Siria Be-adad que estaba en Damasco (vr. 1-6) (1 Reyes 15: 16-22). Era un rey extranjero, pagano, enemigo de Dios y su pueblo (2 Reyes 6: 8-13, 24-32). Si hubiese tenido en consideración el honor de Israel (sus hermanos del norte), habría hallado algún otro medio de zafarse de Baasa sin apelar a un poder extranjero que era enemigo común de Israel (los del norte) y que al correr de los años había de ser una amenaza también para Judá. ¡Quien lo creyera! Lo cierto es que la actitud del rey Asa de apoyarse y aliarse con los sirio Dios se la reclamó fuerte y rotundamente a través del profeta Hanani (vr. 7-9).
- Asa se olvidó rápidamente de las lecciones, de la experiencia y de las victorias pasadas: la del valle de Sefata frente a Zera el etíope (el hombre que tenía el ejercito enemigo más numeroso de toda la historia bíblica), pero derrotado por Asa y Judá pueblo de Dios (los del sur).
Si alguien tenía razón para apoyarse únicamente en Dios era precisamente el rey Asa (vr. 7-9). Véase entonces aquí cuan engañoso es nuestro corazón: “Confiamos en Dios cuando no tenemos ninguna otra cosa en que confiar, pero tan pronto como nos parece que hay alguna otra cosa en que apoyarse, nos inclinamos a confiar en ella y a olvidarnos de Dios”.
Es cierto que las victorias del pasado no son para vivir siempre de ellas (el pasado es pasado halla sido bueno o malo, positivo o negativo) (Isaías 43: 18, 19; 2 Corintios 5: 17; Filipenses 3: 13).
También es cierto que es posible que las victorias del pasado puedan servir para enfrentar nuevos retos, estimular nuestra fe y valentía en las situaciones del presente; para así también obtener la victoria: este fue el caso de David antes de enfrentar al gigante Goliat (1 Samuel 17: 32-37, 48-51).
- Asa con esta actitud había incurrido en el desagrado de Dios y por eso de ahí en adelante no había de esperar paz sino constantes alarmas de guerra nuevamente (vr. 9). ¿Dónde quedó todo ese tiempo de paz (treinta y cinco años) que habían experimentado antes como resultado de la búsqueda y confianza en Dios? (2 Crónicas 14: 5-7; 15: 19)
3. ACTUÓ LOCAMENTE (Vr. 9b)
- Locamente significa que Asa rey de Judá actuó y procedió como un tonto (DHH), como un necio (NVI), perdió la cabeza en esa ocasión (otra traducción). Recuerde que desde el principio de su reinado y mientras mantuvo su devoción con Dios sus hechos, acciones y conducta fueron buenas y rectas (agradables) a Él (1 Reyes 15: 11-13; 2 Crónicas 14: 2-7; 15: 8-10,16). Ahora está haciendo todo lo contrario y cometiendo locuras.
- Sacó la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa real para sobornar al rey de Siria Ben-adad para que lo salvara de Baasa rey de Israel: sus hermanos del norte (vr. 2, 3). ¡Quien lo creyera!
- Hizo alianza con los sirios al igual que su padre pagándole con la plata y el oro de los tesoros de la casa de Jehová para que lo librara de Baasa rey de Israel (vr. 2-6). Es cierto que Asa introdujo en el templo lo que David había dedicado (vr. 15) (1 Reyes 15: 15), pero también es cierto que ahora sacó de allí gran parte de estos tesoros para entregarlos al rey de Siria Ben-adad (vr. 2, 3) (1 Reyes 15: 18, 19); lo cual no debía hacerse sino en casos extraordinarios y éste no era el caso. Al tomar de la casa de Dios la plata y el oro para este soborno fue una circunstancia que agravó grandemente el pecado de Asa.
Con el soborno a Ben-adad con la plata y el oro del templo Asa hizo que el rey de Siria rompiera su alianza con Israel, al mismo tiempo que Ben-adad los atacara y por lo tanto suspendieran las fortificaciones que venían haciendo en Ramá. El rey de Judá Asa aprovechó esta situación no sólo para demoler esas fortificaciones, sino que también se apropió de los materiales para su provecho (vr. 2-6). ¡Quien lo creyera!
4. SE CERRÓ TOTALMENTE A LA PALABRA DE DIOS (Vr. 10)
- Se enojó, contra el vidente (profeta) de Dios: Hanani un reconocido mensajero.
- Metió en la cárcel al profeta de Dios (Hanani) como si fuera un malhechor.
- Se encolerizó (enfureció) grandemente a causa de la profecía.
- Oprimió (maltrató) algunos del pueblo: ya fuese porque estaban descontentos de su alianza con Ben-adad o por protestar contra el trato que daba al siervo de Dios.
¿Cuándo había hecho esto Asa? ¿Cuándo había actuado de esa manera? Al contrario fue un hombre que hacía lo recto y lo bueno aun delante de Dios (1 Reyes 15: 11-13; 2 Crónicas 14: 2-5). Mientras se mantuvo en la búsqueda y en la devoción con Dios abría su corazón a la Palabra de Dios por muy fuerte que fuera; por ejemplo cuando Dios lo exhortó fuertemente a través del profeta Azarías: cobró animo, siguió purgando a Judá de la idolatría, restauró el altar de Jehová y realizó muchas reformas más en Judá (2 Crónicas 15: 1-19). Ahora está cerrado totalmente a la Palabra de Dios y rechazándola rotundamente (vr. 10). Una señal inequívoca de decadencia espiritual era el rechazar a los profetas de Dios que dan el mensaje de reprensión y corrección divina. ¡Quien lo creyera!
5. NO BUSCÓ A JEHOVÁ SU DIOS (Vr. 12)
- Ni porque estaba enfermo de los pies: probablemente se trataba de gangrena o gota (vr. 12). Parece ser que el rey Asa puso los pies de Hanani en el cepo, cuando le echó en la cárcel, y ahora sus pies eran puestos en el cepo de Dios. Así que su enfermedad correspondió a su pecado.
- En ves de buscar a Jehová el Dios verdadero buscó más bien a los médicos. Aquí médicos (hb. Rofim) traduce probablemente como hechiceros, curanderos que utilizaban conjuros mágicos y remedios médicos del ocultismo; lo cual significa que no se debía haber acudido a ellos: aun así se murió (vr. 13, 14). Pudo haber sido también médicos egipcios que acostumbraba a usar artes mágicas. ¡Quien lo creyera! Si hubiese buscado a Dios a lo mejor hubiera sido sanado y prolongado la vida como al rey Ezequías que enfermó de muerte; pero clamó a Dios y lo sanó y le extendió la vida por quince años más (2 Reyes 20: 1-11; Isaías 38: 1- 22).
¡Quien lo creyera! El rey Asa que para todo buscaba a Dios: cuando empezó a limpiar y purgar espiritualmente a Judá (2 Crónicas 14: 4, 7), cuando enfrentó y peleó contra Zera el etíope (2 Crónicas 14: 11; 15: 7-9), cuando fue advertido y exhortado por el profeta Azarías (2 Crónicas 15: 12-15). Ahora en su enfermedad de los pies cuando también debió buscarlo para su sanidad NO LO BUSCÓ y para su vergüenza se recuerda a este rey Asa como alguien que NO BUSCÓ A JEHOVÁ: “En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó de los pies, y en su enfermedad NO BUSCÓ A JEHOVÁ, sino a los médicos: curanderos, hechiceros, etc. (Vr. 12). Aun así murió (vr. 13, 14).
Su funeral fue extraordinariamente solemne y pomposo, pues quemaron, no su cuerpo, sino grandes cantidades de perfumes junto a su cadáver por el gran respeto que el pueblo le tenía a pesar de todos sus defectos, fallas, equivocaciones, debilidades y errores de sus últimos años. Alguien dijo: “Dejemos que sus faltas queden enterradas en sus tumbas, mientras sus servicios quedan recordados por encima de sus sepulcros”.
Para los que nos apoyamos en el hombre y no en Dios recordemos la advertencia divina a través del profeta Jeremías: El Señor dice: “MALDITO aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo. Será como la zarza del desierto, que nunca recibe cuidados: que crece entre las piedras, en tierras de sal, donde nadie vive. “Pero BENDITO el hombre que confía en mí, que pone en mí su esperanza. Será como un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje está siempre frondoso. En tiempo de sequía no se inquieta, y nunca deja de dar fruto. “Nada hay tan engañoso y perverso como el corazón humano. ¿Quién es capaz de comprenderlo? Yo, el Señor, que investigo el corazón y conozco a fondo los sentimientos; que doy a cada cual lo que se merece, de acuerdo con sus acciones.” (Jeremías 17: 5-10) (DHH).
En resumen Asa fue un buen rey que en sus últimos años se apartó del Señor, habiendo perdido la devoción espiritual y total con Dios. Un hombre que empezó conectado, enchufado con el cielo y con Dios; terminó desenchufado y desconectado (por decirlo de una manera). Empezó con una comunión (Koinonia), una relación espiritual con Dios casi perfecta (de hecho él era perfecto: fiel / 1 Reyes 15: 14; 2 Crónicas 15: 17); terminó sin comunión, apartado de Dios, habiendo perdido totalmente su devoción espiritual y en sus últimos años dejó de perseverar en la búsqueda espiritual con Dios. ¡Quien lo creyera!
CONCLUSIÓN: Hagamos todo lo posible por MANTENERNOS en la búsqueda espiritual, aprovechando el tiempo para SEGUIR buscando a Dios como nunca antes; logrando así alcanzar una estabilidad espiritual constante y hasta el final. ¡MANOS A LA OBRA!
“Por esto a ti orará todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él” (Salmos 32: 6). “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan” (Proverbios 8: 17). “Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Isaías 55: 6). “Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho (tierra dejada sin cultivar para que recupere su fertilidad); porque es tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia” (Oseas 10: 12). Y vendrán los habitantes de una ciudad a otra, y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los ejércitos. Yo también iré” (Zacarías 8: 21).
Autor: PrediCantor Garys Leandro
Preparado especial y originalmente para: www.destellodesugloria.org