Temas y Devocionales Cristianos

Asa (III): Perdiendo la devoción con Dios – Bosquejo

ASA (III): PERDIENDO LA DEVOCIÓN CON DIOS

2 CRÓNICAS 16: 1- 14

INTRODUCCIÓN: Hasta ahora hemos estado enfatizando la iniciativa de Asa en la búsqueda espiritual (2 Crónicas 14); también la manera como se mantuvo en dicha  búsqueda por treinta y cinco años (2 crónicas 15).  En esta tercera y última entrega nos enfocaremos exclusivamente en la perdida de la comunión espiritual de Asa en sus últimos años de reinado sobre Judá, apartado de Dios y sin devoción espiritual. Veámoslo.

1.     APARTIR DEL AÑO TREITA Y SEIS DE SU REINADO (Vr. 1-12)

2.     DEJÓ DE APOYARSE EN DIOS PARA HACERLO EN EL HOMBRE (Vr. 2- 6)

Si alguien tenía razón para apoyarse únicamente en Dios era precisamente el rey Asa (vr. 7-9). Véase entonces aquí cuan engañoso es nuestro corazón: “Confiamos en Dios cuando no tenemos ninguna otra cosa en que confiar, pero tan pronto como nos parece que hay alguna otra cosa en que apoyarse, nos inclinamos a confiar en ella y a olvidarnos de Dios”.

Es cierto que las victorias del pasado no son para vivir siempre de ellas (el pasado es pasado halla sido bueno o malo, positivo o negativo) (Isaías 43: 18, 19; 2 Corintios 5: 17; Filipenses 3: 13).

También es cierto que es posible que las victorias del pasado puedan  servir para enfrentar nuevos retos, estimular nuestra fe y valentía en las situaciones del presente; para así también obtener la victoria: este fue el caso de David antes de enfrentar al gigante Goliat (1 Samuel 17: 32-37, 48-51).

3.     ACTUÓ LOCAMENTE (Vr. 9b)

Con el soborno a Ben-adad con la plata y el oro del templo Asa hizo que el rey de Siria rompiera su alianza con Israel, al mismo tiempo que Ben-adad los atacara  y por lo tanto suspendieran las fortificaciones que venían haciendo en Ramá. El rey de Judá Asa aprovechó esta situación no sólo  para demoler esas fortificaciones, sino que también se apropió de los materiales para su provecho (vr. 2-6). ¡Quien lo creyera!

4.     SE CERRÓ TOTALMENTE A LA PALABRA DE DIOS (Vr. 10)

¿Cuándo había hecho esto Asa? ¿Cuándo había actuado de esa manera? Al contrario fue un hombre que hacía lo recto y lo bueno aun delante de Dios (1 Reyes 15: 11-13; 2 Crónicas 14: 2-5). Mientras se mantuvo en  la búsqueda  y en la devoción con Dios abría su corazón a la Palabra de Dios por muy fuerte que fuera; por ejemplo cuando Dios lo exhortó fuertemente a través del profeta Azarías: cobró animo, siguió purgando a Judá de la idolatría, restauró el altar de Jehová y realizó muchas reformas más en Judá (2 Crónicas 15: 1-19). Ahora está cerrado totalmente a la Palabra de Dios y rechazándola rotundamente (vr. 10). Una señal inequívoca de decadencia espiritual era el rechazar a los profetas de Dios que dan el mensaje de reprensión y corrección divina. ¡Quien lo creyera!

5.     NO BUSCÓ A JEHOVÁ SU DIOS (Vr. 12)

¡Quien lo creyera!  El rey Asa que para todo buscaba a Dios: cuando empezó a limpiar y purgar  espiritualmente a Judá (2 Crónicas 14: 4, 7), cuando enfrentó y peleó contra Zera el etíope (2 Crónicas 14: 11; 15: 7-9), cuando fue advertido y exhortado por el profeta Azarías (2 Crónicas 15: 12-15).  Ahora en su enfermedad de los pies cuando también debió buscarlo para su sanidad  NO LO BUSCÓ y para su vergüenza se recuerda a este rey Asa como alguien que NO BUSCÓ A JEHOVÁ: “En el año treinta y nueve  de su reinado,  Asa enfermó de los pies,  y en su enfermedad NO BUSCÓ A JEHOVÁ,  sino a los médicos: curanderos, hechiceros, etc. (Vr. 12).  Aun así murió (vr. 13, 14).

Su funeral fue extraordinariamente solemne y pomposo, pues quemaron, no su cuerpo, sino grandes cantidades de perfumes junto a su cadáver por el gran respeto que el pueblo le tenía a pesar de todos sus defectos, fallas, equivocaciones, debilidades y errores de sus últimos años. Alguien dijo: “Dejemos que sus faltas queden enterradas en sus tumbas, mientras sus servicios quedan recordados por encima de sus sepulcros”.

Para los que nos apoyamos  en el hombre y no en Dios recordemos la advertencia divina a través del profeta Jeremías: El Señor dice: “MALDITO aquel que aparta de mí su corazón, que pone su confianza en los hombres y en ellos busca apoyo.  Será como la zarza del desierto, que nunca recibe cuidados: que crece entre las piedras, en tierras de sal, donde nadie vive.  “Pero BENDITO el hombre que confía en mí, que pone en mí su esperanza. Será como un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje está siempre frondoso.  En tiempo de sequía no se inquieta, y nunca deja de dar fruto.  “Nada hay tan engañoso y perverso como el corazón humano. ¿Quién es capaz de comprenderlo?  Yo, el Señor, que investigo el corazón y conozco a fondo los sentimientos; que doy a cada cual lo que se merece, de acuerdo con sus acciones.” (Jeremías 17: 5-10) (DHH).

En resumen Asa fue un buen rey que en sus últimos años se apartó del Señor, habiendo perdido la devoción espiritual y total con Dios. Un hombre que empezó conectado, enchufado con el cielo y con Dios; terminó desenchufado y desconectado (por decirlo de una manera).  Empezó con una comunión (Koinonia), una relación espiritual con Dios  casi perfecta (de hecho él era perfecto: fiel / 1 Reyes 15: 14; 2 Crónicas 15: 17); terminó sin comunión, apartado de Dios, habiendo perdido totalmente  su devoción espiritual y en sus últimos años dejó de perseverar en la búsqueda espiritual con Dios. ¡Quien lo creyera!

CONCLUSIÓN: Hagamos todo lo posible por MANTENERNOS en la búsqueda espiritual, aprovechando el tiempo para SEGUIR buscando a Dios como nunca antes; logrando así alcanzar una estabilidad espiritual constante y hasta el final. ¡MANOS A LA OBRA!

“Por esto a ti orará todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él” (Salmos 32: 6). “Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan” (Proverbios 8: 17).  “Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Isaías 55: 6).  “Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho (tierra dejada sin cultivar para que recupere su fertilidad); porque es tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia” (Oseas 10: 12).  Y vendrán los habitantes de una ciudad a otra,  y dirán: Vamos a implorar el favor de Jehová,  y a buscar a Jehová de los ejércitos.  Yo también iré” (Zacarías 8: 21).

Autor: PrediCantor Garys Leandro

Preparado especial y originalmente para: www.destellodesugloria.org