¡La Salvación es el propósito!

¡La Salvación es el propósito!

Cada uno de nosotros tiene un propósito especial por el cual existe, tal vez la mayoría de las personas aún no han podido comprender cuál es el suyo porque están entretenidos en las cosas que el mundo ofrece y que lo único que hacen es alejarlos del verdadero propósito con el que Dios los creó.

El propósito de Dios para cada uno de nosotros es la Salvación, pero qué es Salvación y dónde la encontramos. La Salvación es el rescate que Jesús a través del poder de su sangre y del poder de su resurrección nos regala a todos los que en Él creemos, la Salvación es vida eterna; lo complejo de esta situación es que muchas personas lo saben pero no lo creen en su corazón y prefieren reemplazar el camino de la Salvación que es Cristo, por tradicionalismos, razonamientos y creencias religiosas o científicas inventadas por el hombre. Muchos se jactan de creer en Dios, de tenerlo en sus vidas pero en realidad están alejados todo el tiempo de Él, piensan que con decir que creen en Él es suficiente y otros creen que porque lo conocen ya han obtenido el merito de ser Salvos.

La misma palabra menciona en Romanos 2:13 “Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen” (Nueva Versión Internacional). Ahora, esto no significa que por la ley somos Salvos. La ley es buena pero no es la que nos Salva, es necesario cumplir la ley que es la palabra de Dios, porque es la que trae convicción de pecado a nuestro corazón y a medida que cumplimos con ella, nuestros caminos en el Señor se van reafirmando, pero la Salvación no está en las obras que hagamos sino en la fe que tenemos en Cristo Jesús; así que, de nada sirve que hagamos obras de caridad si no tenemos a Cristo en nuestro corazón y si no cumplimos con lo que Él nos enseña a través de su palabra. Con la fe en Jesucristo se confirma la importancia de cumplir la ley de Dios, pero de nada vale que cumplamos con la ley si no tenemos fe en Él; es más, es la fe en Cristo Jesús la que nos permite cumplir con sus mandatos.

Muchas personas que han sido bendecidas por Dios, tienen la concepción de que son justos ante el Señor porque dan a otros de las bendiciones que reciben de parte de Él. Algunas personas por ejemplo han sido prosperadas económicamente, entonces su manera de retribuir a Dios por esta bendición es haciendo obras de caridad con los demás y piensan que con esto ya merecen un espacio importante en el cielo, que con estas obras ya son Salvos. De qué sirve esto si no creen en el sacrificio y la resurrección de Jesús, de qué sirve esto si en su corazón falta la presencia de Dios; que quede impregnado en nuestro corazón que nuestra Salvación no es por obras sino por la fe en aquel que dio su vida por nosotros “Jesús de Nazareth”.

“Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige” Romanos 3:28 (Nueva Versión Internacional).

Las obras son importantes pero sin la fe en Jesús, no sirven de nada y de la misma manera la fe sin obras no tiene ningún valor para Dios, es una fe muerta; las obras van de la mano con la fe, es la fe la que le da valor a la ley de Dios y a las obras, nunca se te olvide.

“¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac? Ya lo ves: Su fe y sus obras actuaban conjuntamente, y su fe llegó a la perfección por las obras que hizo” Santiago 2:21-22 (Nueva Versión Internacional).

El Señor hoy está tocando la puerta de tu corazón y te está revelando el verdadero propósito por el que fuiste creado, Él anhela tu Salvación pero no te salvará si tú no lo quieres. Él es un caballero y respeta tu posición independientemente de tu decisión; yo te animo a que creas en Él, en su Gracia y su Poder para que tú y los tuyos sean Salvos y puedan disfrutar del maravilloso regalo que como herencia nos ha dejado a todos los que hacemos parte de su descendencia “la vida eterna”.

Una cosa es ser buena persona pero otra diferente es ser Hijos de Dios, todos lo somos pero no a todos en el día del juicio Dios reconocerá como sus Hijos; porque muchos siendo hijos suyos se han desviado de su camino, de su propósito. Hoy tienes la oportunidad de redireccionar el tuyo, sigue el camino correcto y entenderás la diferencia, abre tus brazos y ríndete a Él para que sea Él quien hable a tu corazón y te de la convicción que necesitas para comprender tu propósito.

Recuerda, no es el conocimiento que tengas de Dios, ni las obras en tus propias fuerzas lo que te Salva, tu Salvación esta en Jesucristo, es por su Gracia que somos Salvos.

“Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí” Juan 14:6 (La Biblia en lenguaje sencillo).

¡Que tu propósito real, tú Salvación, se haga vivo hoy en tu vida!

Autora: Marisela Ocampo Otálvaro

Escrito para www.destellodesugloria.org

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