Tema: “La envidia”
Texto: 1 Samuel 18:8-9
Introducción: La envidia la podemos definir como el sufrimiento, el pesar, la amargura que siente una persona cuando a su prójimo le va bien en cualquier área de la vida.
Muchas personas no tienen felicidad en sus vidas debido a la envidia, desean el éxito de los demás, su casa, carro etc. La envidia destruye al ser humano en todas las áreas e incluso lleva hasta la muerte.
El deseo de querer tener lo que no tenemos nos lleva a vivir una vida vacía dándole importancia únicamente a lo material y perecedero, en esta reflexión estudiaremos el decaimiento del rey Saúl el cual permitió que la envidia se apoderar de su corazón.
Estudiaremos algunas consecuencias que provoca la envidia.
I) Intranquilidad.
El envidioso sufre cuando ve que otro tiene y él o ella no. El envidioso le busca defectos a los bienes, a las bendiciones y a las cualidades de sus hermanos, de sus amigos, de sus vecinos, de sus compañeros de trabajo, de sus autoridades, de sus familiares y esto lleva al envidioso a hablar mentiras de los demás.
La persona envidiosa no tiene paz, pues únicamente pasa pensando en lo que la otra persona tiene, Saúl le dio importancia a los comentarios del pueblo dejándose llevar por el celo, a tal grado que busco la mañanera de eliminar a David, el envidioso siempre desea el fracaso, busca los medios para destruir a su “competencia” este tipo de persona viven frustradas no sienten alegría y no encuentran la tranquilidad de sus vidas.
II) Una vida vacía
La persona envidiosa se deja llevar por lo visual por lo exterior dándole importancia a lo material, tienen una vida vacía lejos de Dios y permiten que la envidia se apodere de sus corazones como maleza de espinas, Saúl se alejó de Dios y permitió que el enemigo se apoderar de su vida, el primer envidioso de la historia fue Lucifer, hoy conocido como diablo y satanás quien no estando conforme con el lugar recibido de Dios, quiso ocupar el trono del Señor. “Lucifer no estando contento con el lugar que tenía codició y envidió y procuró robar lo que no era de él, por lo que fue derribado del Cielo, Saúl no quería que David llegara al trono y busco la forma de eliminarlo cada intento fue frustrado y cada día se alejaba más de Dios, la persona envidiosa tiene va tras un final trágico únicamente mira el interés propio no se alegra de los triunfos de sus amigos desea únicamente tenerlo todo para él, no comparte y siempre desea lo peor para la otra persona.
Conclusión: La envidia se puede evitar: 1.- Cuando deseamos el bien a nuestros semejantes; 2.- Estando conforme con lo que tenemos y Dios nos ha dado; sea mucho o sea poco y aunque otro tenga más. Debemos darle gracias a Dios porque él sabe hasta dónde podemos recibir, hay que dejar la codicia y la ambición desmedida que nos lleve a fallarle al Señor violando sus mandamientos, y deseando el mal al prójimo hasta llegar a ser un instrumento en las manos de satanás y sus espíritus de demonios que incitan a la envidia y de ahí caer en otros pecados peores.
Autor: Alejandro Palacios
Escrito para www.destellodesugloria.org