De la tristeza a la sonrisa
Te sientes triste pero sobre todo hay un sentimiento extraño dentro de ti, algo que hace que tu animo decaiga, sientes que las fueras se te acaba y te encuentras vulnerable frente a situaciones que en otro estado de ánimo fueran muy fáciles de resolver o de enfrentar.
La vida del ser humano está llena de recuerdo, tanto bueno como recuerdo también que no son muy agradables, pero que por alguna razón se anidan en nuestra mente y se hacen presenten en momentos puntuales de la vida.
Quizá en esta época se te vienen recuerdos de errores que cometiste, de situaciones que no hubieras querido que pasaran o situaciones que te dolieron mucho, todo ello te lleva a un estado de desgano, como llegando a una depresión.
Y es que hay algo de lo que debemos cuidarnos y es de no caer en una depresión, porque ello nos puede causar problemas, porque nos hará muy vulnerables a cualquier situación difícil que se nos presente.
Quizá tu digas: “No puedo, me siento mal y por más que quiera no puedo cambiar mi estado de ánimo”. Considero también que el estado de ánimo que tengamos depende de los pensamientos que anden rondando nuestra mente, es decir: Si pasas todo el día pensando en los errores que has cometido, en las situaciones que te dolieron o en personas que te hicieron daño, obviamente tu estado de ánimo no será sobresaliente, sino que te llevara a desanimarte.
Y hay algo que debemos de tener presente y es que cuando nuestro estado de ánimo está tambaleando somos fáciles de ceder ante el pecado, ante la tentación o de tomar decisiones equivocadas.
Hoy quiero darte algunos humildes consejos con lo que puedes salir de ese estado de tristeza y casi depresión en la que has entrado debido a recuerdo del pasado que aun hoy en el presente te duele y están creando un efecto negativo en tu mente:
1. El pasado es pasado y Cristo te ha hecho nueva persona. No puedes pasarte la vida pensando en las cosas que no debiste hacer o las que debiste hacer. Lo hecho, hecho esta y debes de estar consciente que te enfrentaras a resultados de todas las decisiones que tomaste ene el pasado, aunque eso no significa que las enfrentaras sola, porque ahora eres propiedad de Cristo, por lo tanto todo es nuevo a partir del momento en el que le entregaste tu vida a Él. La Biblia dice: “Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado, ¡una nueva vida ha comenzado!” 2 Corintios 5:17 (Nueva Traducción Viviente).
2. Lo que hiciste por mal que estuviera, si ya le pediste perdón a Dios, él ya te perdono. Hay muchos que no se creen perdonados porque consideran que lo que hicieron estuvo demasiado mal. Tienes que entender que cuando Dios te perdona, su perdón es un perdón: TOTAL, a tal punto que dice la Biblia: “Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados” Isaías 43:25 (Nueva Versión Internacional).
3. Tienes que dejar atrás todo eso que nada bueno te trae y proseguir hacia la meta. El Apóstol Pablo lo tenía muy claro y decía: “No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro sólo en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús” Filipenses 3:13-14 (Nueva Traducción Viviente).
4. Trata de pensar en lo bueno. A veces creemos que imposible pensar en otra cosa, cuando nuestra mente esta cautivada por lo negativo, pero los pensamientos que en nuestra mente se anidan son producidos por lo que vemos, oímos o vivimos, nosotros podemos cambiar eso a través de buenas prácticas, no hay manera de vencer al mal que a través del bien, por lo tanto el Apóstol Pablo nos da un consejo: “Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece ser alabado” Filipenses 4:8 (Traducción en lenguaje actual).
5. Recuerda, la posición en la que Cristo te tiene hoy en día. Ahora tú eres un hijo o una hija de Dios, ahora tú eres un Príncipe o una Princesa porque tu Padre es el Rey de reyes y Señor de señores, por lo tanto tienes que comprender que ahora Él vive en ti, por lo tanto TODO lo puedes porque Él es tu fortaleza. El Apóstol Pablo decía: “En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme” Gálatas 2:20 (Traducción en lenguaje actual).
Hoy quiero animarte a comenzar a pensar diferente, hoy quiero que sepas que no hay razón por la cual estar triste, Cristo ha pagado el precio por tu vida, ahora tu vida le pertenece a Él, ahora ya no vives para ti, sino que vives para Él.
Quizá te sientas triste en algún momento y es normal, pero siempre mantén presente en tu mente que tu gozo no proviene de un suceso humano o de una situación terrenal, tu gozo y tu fortaleza proviene del Señor que un día te amo con un amor tan puro y grande que transformo tu vida y te saco de la muerte a la vida eterna y ese suceso es suficiente razón como para no dejar de sonreír porque tu futuro a pesar de todo lo que te toque vivir en la tierra, está asegurado.
Por esa razón:
¡Regálale una sonrisa a Dios en señal de agradecimiento!
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para www.destellodesugloria.org
Autorizado para publicarse en: www.devocionaldiario.com – www.enriquemonterroza.com – https://reflexionesydevocionales.blogspot.com