Imagen y Semejanza

IMAGEN Y SEMEJANZA

“Porque a los que antes escogió, también los predestinó a ser de la misma forma de la imagen de su Hijo, para que Él sea primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también declaró justos, y los que declaró justos a estos también glorificó”.

Romanos 8:29-30 (Biblia Textual)

En nuestra mente se libran las verdaderas batallas que determinan lo que ha de manifestarse; ¿en qué manera? En que somos llamados a una guerra que no es contra sangre ni carne, por lo tanto, las armas no son carnales sino espirituales.

La biblia nos enseña que fuimos hechos a imagen y semejanza (Génesis 1:27) Dios es Espíritu, (Juan 4:23-24) es decir que somos primeramente espirituales, que se desvirtúa por la desobediencia, por lo que hay que entender que en Jesucristo somos restaurados; por el primer Adán entra la maldición, por el postrer Adán (Jesucristo hombre) se restaura la bendición; o sea la imagen y semejanza.

En el capítulo 3 del Génesis está la narración de la caída del hombre a causa de su desobediencia, se dieron cuenta que estaban desnudos (Génesis 3:7) no es que antes tenían los ojos cerrados sino que la gloria que los vestía se retiró.

La mayoría de las personas, cuando viven una vida fácil y sin adversidades, tienden a olvidarse de su identidad, dejan de pensar sobre la razón de la existencia del hombre y del sentido de la vida, y llevan una vida destinada a satisfacer solo los deseos de la carne. El cristiano está llamado a ser diferente. Es fundamental estar seguros de nuestra identidad.

El libro de los Hechos, en la Biblia, narra en el capítulo 27: 13-38 una de las adversidades que sufrió el Apóstol Pablo por predicar el evangelio “…de quién soy y a quién sirvo…” (v. 23) Pablo estaba seguro de su identidad, no cambiaba según la circunstancia, no era cristiano solo en la abundancia, también lo era en el tiempo difícil. Todo lo que tenemos en el corazón se manifiesta a través de presión, en el templo, en el desarrollo del servicio somos todos espirituales, pero en la prueba, en el desierto se manifiesta lo que realmente está en el corazón; (Deuteronomio 8:2 te acordarás de todo el camino por donde te ha traído YHVH tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para humillarte y probarte, para saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos. Biblia Textual)

Dicen que un orador puede decir trescientas palabras por minuto pero, nuestra mente dice mil palabras, o sea que por más que el Señor nos diga que nos ha escogido, que nos predestino a ser de la misma forma de la imagen de su Hijo hay mil palabras en la mente declarando “ ¡No! ¡Es imposible, nadie me ama! ¡Soy nada! Y no trato de ser de la “nueva era” solamente digo que necesitamos prestar debida atención a lo que el Señor dice de nosotros y para que fuimos llamados; pasamos demasiado tiempo tratando de agradar a nuestros semejantes y nos olvidamos de la voluntad de Dios. No vamos a ser juzgados nuestros pecados exactamente, sino por nuestra fe.

Siempre que le doy un halago a mi hija Dana ella me responde ¡Ya lo sabía! Es más, tiene una remera que dice “antes era vanidosa, ahora soy perfecta…” ( es broma)pareciera un despilfarro de orgullo y vanidad pero observemos la palabra de Dios; Juan 12:3 El Señor es ungido por una mujer con perfume de alto valor a lo que Él está de acuerdo y más tarde en el capítulo 13:4-5 se humilla lavando los pies de sus discípulos; El Creador del universo sirviendo al hombre, se puede ser rey y ser humilde a la vez, el mundo, el sistema nos dice que no vamos a poder, que debemos acompañar sus tendencias, que ahora es así, que la biblia, la Palabra de Dios pasó de moda, que los tiempos cambiaron, satanás está detrás de todo ello buscando que los hijos de Dios pierdan su fe; cuando era niño y leía en la Palabra que éramos la iglesia del Señor y las puertas del ades no prevalecerán contra ella me imaginaba al sistema golpeando las puertas del templo haciendo temblar las paredes y nosotros adentro muertos de miedo, porque no entendía.

Proverbios 23:7a Dice ”Porque cuál es su pensamiento en su corazón tal es él.” Identidad.

Hay una historia que relata la vida de un hombre asiático que después de la segunda guerra mundial, en un país devastado consigue un empleo en un ferrocarril como banderillero con un salario mínimo, el joven trabajó duro hasta convertirse en el jefe de dicha estación. A raíz de la crisis el gobierno canceló todas las pensiones, jubilaciones y sólo tenía el salario miserable de siempre, aunque era ya de avanzada edad. Un día su hija enfermó de manera grave y debía llevarla al hospital a lo que el hombre declaró “ soy un banderillero…no puedo dejar mi puesto por un problema familiar” su esposa se encargó de todo pero no alcanzó, ya que la joven murió. El hombre ni se inmutó, seguía en su puesto moviendo la banderilla en las llegadas y salidas del tren.

Luego de un tiempo se enfermó su esposa a lo que el hombre tuvo la misma respuesta y actitud, la mujer lo deja solo y se va al hospital del pueblo cercano, sufre un largo tiempo pero el banderillero no va a verla, luego de tanto sufrimiento la mujer muere, entonces el hombre fue hasta allí permaneciendo largo rato al lado del cuerpo de la esposa muerta los empleados del hospital le preguntan “…mientras estuvo enferma nunca viniste, y ahora que está muerta vienes…¿cómo puede ser?” pero el hombre no dice nada y regresa a su trabajo con lágrimas en los ojos, sueña con su hija todas las noches, tiene pesar y remordimiento por haberlas dejado morir. A raíz de la crisis el pueblo es abandonado ya que era un pueblo carbonero y secándose las minas no queda nada, también el ferrocarril es cerrado; en uno de esos sueños la hija le dice “…papá, ahora no te queda nada…” y el responde, es cierto, luego es llevado por la joven hacia afuera, en una noche de cruda nevada en la que el hombre muere sobre la plataforma del ferrocarril. Fin de la historia. Parece una estupidez pero el que no entiende la cultura japonesa no comprende su mentalidad, ellos son muy perseverantes y prolijos.

El tren pasaba sólo una vez al día, nadie lo controlaba, el hombre podría haber atendido a su familia sin dejar de atender su trabajo, sin embargo estaba comprometido con su trabajo; era muy responsable, no abandonaba su puesto ni su horario de trabajo por nada a pesar de que no era vigilado. Muchos dirán ¿Qué tipo tan terco que no se da cuenta que al final no obtuvo nada? Quizás debamos aprender de ese tipo de mentalidad.

No sabemos cuanta vida nos queda por delante. Necesitamos ser así de tercos para la Gloria de Dios. Jesús fue a la cruz para salvación nuestra, y lo tuvo por sumo gozo, ¿No deberíamos ser fieles a nuestro Señor como respuesta a su sacrificio? Muchos hoy se congregan una sola vez por semana con suerte, a lo que responden “no hay que ser tan fanático” ya somos salvos, ¿que más? ¿Para qué orar tanto? ¿Para qué ayunar? si ya Jesús se sacrificó.

“De cierto os digo que no hay ninguno que no haya dejado casa o hermanos o hermanas o padre o madre o mujer o hijos o tierras por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, con posesiones, y en el siglo venidero la vida eterna”

(Marcos 10:29-30)

No seamos creyentes conformistas, seamos fieles a Dios, proclamemos el evangelio del Señor en todo tiempo, pidamos la restauración de la iglesia verdadera, tenemos el favor del Señor para vivir una vida victoriosa.

Autor: Gustavo Iriart

Escrito para www.destellodesugloria.org

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