Temas y Devocionales Cristianos

El músculo de la paciencia

El músculo de la paciencia

La paciencia es un tema del que la mayoría de las personas hablamos, la mencionamos cada que sucede algo, ya sea a nosotros o a algún conocido. Es muy común que cuando estás pasando por algo difícil las personas se acerquen y te digan “ten paciencia”, otras veces somos nosotros mismos quienes les damos el consejo, o la pedimos para nosotros mismos y decimos ¡paciencia! , ¡Dios, dame paciencia!. Es cierto que hay personas que no tienen paciencia, hay otras con un poco, pero hay personas que se caracterizan por tener demasiada y hasta nos sorprendemos al verlas ante una situación como si no pasara nada, y no porque no les preocupe o vayan por la vida como si no sucediera nada, o como si nunca les hiciera falta, ellos, como todas las personas, tienen problemas, solo que hay una diferencia que debemos entender y es que la paciencia no viene envuelta en un moño y te cae del cielo y como un milagro la tienes de un día para otro, esas personas han aprendido a desarrollarla, la mayoría de ellos han tenido que pasar por muchas situaciones difíciles para llegar a ese punto.

La paciencia puede compararse con un músculo en desarrollo, es algo que se debe ejercitar es como ese musculo del cuerpo que quisiéramos tener definido, una cinturita de avispa o un abdomen plano y marcado, o unos brazos fuertes y musculosos, eso no se hace de un día para otro, eso se hace con constancia y dedicación, teniendo el verdadero deseo de hacerlo, así es la paciencia, a algunos nos cuesta mucho tenerla, a otros no tanto, pero todos la necesitamos ejercitar, en la medida que la practicamos obtenemos los resultados, y esos los obtendrás en el gimnasio de la vida, en las pruebas que nos toca enfrentar, en esas situaciones difíciles que nos provocan algo de angustia, desesperación y hasta tristeza, puede ser un problema o puede ser una persona difícil de sobrellevar, no importa, eso lejos de ser una prueba podría ser una oportunidad para desarrollarla, sabiendo que al final, con paciencia, habremos obtenido un resultado favorable, es difícil, lo sé, pero es necesario, porque con ella es más fácil esperar una respuesta o el fin de ese problema, más aun si todo lo hemos puesto en manos de Dios, si sabemos que no nos fallará, que Él es fiel a su palabras y cumple todas sus promesas, porque no ejercitar la paciencia mientras esperamos su respuesta en su debido tiempo, sabiendo que Él tiene el perfecto control de cada situación.

Las pruebas son duras y a todos nos toca en algún momento pasar por ellas pero… Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28), todas nos dejan una enseñanza, a través de ellas aprendemos algo nuevo. Tal vez te está tocando llevar al gimnasio el músculo de tu paciencia, pero de ahí obtendrás la fuerza para vencer con facilidad las próximas pruebas.

«Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna».

(Santiago 1:3-4)

Autora: Maite Leija

Escrito para: www.destellodesugloria.org