SE FIEL, PORQUE DIOS ES FIEL
Ni en las vides haya frutos,
Aunque falte el producto del olivo,
Y los labrados no den mantenimiento,
Y las ovejas sean quitadas de la majada,
Y no haya vacas en los corrales;
Con todo, yo me alegrare en Jehová,
Y me gozare en el Dios de mi salvación.
Habacuc 3:17-18
Cuando uno esta joven, por lo general tiende a soñar, a pensar, imaginar o visualizar lo que uno quiere de la vida mas adelante; que clase de profesional va ha ser; que tipo de familia tendrá; en que país vivirá y muchas cosas que no podemos ver porque se encuentran adelante, en el futuro y por tanto están veladas para nosotros.
La vida es como viajar en un tren en donde solo se pueda observar lo que hay a los lados, es decir por donde pasamos y recordar lo que vamos pasando, pero si miramos hacia adelante es como si fuéramos por un camino nublado donde no se observa nada hacia adelante, solo lo que la luz de ese día alcanza a iluminar, pero por alguna razón, creemos que cuando lleguemos a los 30, a los 40 y aun a los 50’s, ya toda nuestra vida va a estar perfectamente definida, arreglada, conquistada y mejorada, que a esas alturas ya debemos haber tenido de la vida todo lo que quisimos, pero de pronto nos damos cuenta que llegamos a los 30’s y apenas si hemos alcanzado un porcentaje de las metas que nos habíamos propuesto y llegamos a los 40’s y seguimos en la lucha, pero seguimos creyendo que ya cuando lleguemos a los 50’s vamos a tener y ser lo que siempre hemos querido, pero infortunadamente nunca sabemos que nos depara el futuro, que obstáculos traerá, que problemas tendremos que superar, que lecciones tendremos que aprender, a quienes les tendremos que decir adiós para siempre, o que oportunidades se van a presentar y si vamos a saberlas aprovechar.
Lo que si sabemos aunque no podamos ver lo que hay en el futuro, por fe, es que Dios nos ama, es fiel y tiene preparadas para nosotros grandes cosas, maravillas y prodigios, milagros y que Su misericordia es para siempre; mientras tengamos vida, siempre habrá un mañana para nosotros y cada día trae un nuevo comienzo, nuevos desafíos y aprendizajes, independientemente de la edad que tengamos; yo creo que para Dios, nuestra edad comenzó a contar de 0 en el momento en que nacimos por segunda vez y que lo que verdaderamente importa es cuanto vamos creciendo en nuestro espíritu, en Su conocimiento, en nuestra habilidad de sobrevivir, de vivir por fe, de confiar y esperar en Dios.
En mi caso concreto, nunca me imagine que a estas alturas de la vida, yo fuera a estar en otro país, buscando trabajo y compitiendo en un mercado cada mas competitivo, pero eso es precisamente lo que Dios tiene para mi y supongo que aun me falta mucho por aprender, por fortalecerme y por esperar de Dios, así que el gran desafío es mantenerme activa, actualizada, competitiva y lo mas importante no morir en el intento, no estresarme, no angustiarme y mantener el gozo en mi corazón, sin desanimarme cuando me rechazan y esperar que Dios me conceda lo que le pido cuando sea el tiempo. Y Su perfecta voluntad.
He aprendido que mantener el gozo, permanecer fiel, porque El, es fiel y seguir cada día adelante, perseverando e insistiendo, mientras corrijo o mejoro los puntos débiles que me han criticado, es lo que me da fuerza y que El Espíritu de Dios me esta enseñando cantidades, me consuela cuando estoy triste y me fortalece cuando me siento débil.
Anoche me mostró que así como todo tiene un tiempo (Eclesiastés 3) así también nuestra vida tiene un tiempo para sembrar y un tiempo para cosechar y que aunque ya, gracias a Dios he cosechado muchas cosechas y bendiciones en mi vida, ahora me encuentro nuevamente (los ciclos se repiten) en un ciclo o tiempo de sembrar, para después cosechar.
Y esto no significa que me deba desanimar, ni desilusionar, sino todo lo contrario, es un tiempo bellísimo, porque todos tenemos mucho que dar y que sembrar, para así también mucho tener que recoger y la buena noticia es que la tierra en que estamos sembrando es una tierra de bendición que dará al 100 x 1, pues ya ha sido limpia, desyerbada y abonada y esta lista para recibir y producir los preciosos frutos.
Si tu estas esperando hace mucho por el cumplimiento de alguna promesa, no te desesperes, sigue insistiendo, sigue sembrando, sigue orando, sigue esperando, sigue siendo fiel, porque Dios es Fiel. Este versículo de la oración del profeta Habacuc es también una canción, cántala, aunque no veas la flor en la higuera, ni el fruto en la vid……cualquiera que sean las circunstancias:
Con todo yo me alegrare en Jehová,
Y me gozare, en el Dios de mi Salvación.
¡Dios es fiel!
Autora: Hefzi-ba Palomino
Escrito para www.devocionaldiario.com
