Sueños y Anhelos
Yo vengo de una familia humilde en el sentido económico, no teníamos de sobra, pero tampoco jamás me falto nada y es la misma historia de muchas familias acá en mi país El Salvador. Pero hay algo que nos distingue a los Salvadoreños y es el hecho de ser soñadores, de luchar cada día, de no darnos por vencidos en la vida hasta lograr nuestros sueños.
Cuando llegue a joven y le entregue mi vida a Jesús mis sueños tomaron mas fuerzas, ahora ya no solo soñaba con una bonita familia, ni con bienes, ahora mis sueños se trasladaron a cosas espirituales, a cosas ministeriales.
De dieciséis años soñaba con predicar a jóvenes en estadios llenos, soñaba con viajar por el mundo llevando el mensaje del Señor, pensaba que podría ser misionero en un país con muy pocos cristianos como Yemen. Había en mi corazón docenas de sueños, con los que cada mañana me despertaba con la intención de luchar por alcanzarlos.
Pero en medio de todos mis sueños también había limitantes, pues yo siendo de un país no muy desarrollado y no teniendo el respaldo que quizá en otros países podría tener, pensaba que toda la vida iba solo a soñar y soñar, pero difícilmente vería mis sueños cumplidos.
Hasta que un día decidí no ver las limitantes que me rodeaban, me dije: “Si quiero cumplir mis sueños debo accionar, porque estoy seguro que Dios está y estará conmigo”.
Y fue así como con todas las limitantes que me rodeaban, comencé a escribir lo que sentía de Dios escribir, yo no soy un escritor profesional, es más, tengo un lenguaje reducido, es decir ocupo palabras de mi diario vivir nada mas, a veces quisiera tener un amplio repertorio de palabras, pero he entendido que Dios puede usarme aun con todas mis limitantes.
Como lo he dicho en muchas ocasiones, cuando comencé a escribir nadie me leía, solo personas a quien yo les mostraba lo que escribía, pero cuando Dios quiere cumplir tus sueños, El es quien hace el trabajo, tu solo tienes que hacer tu parte.
Fue así como poco a poco, Dios fue haciendo que más gente leyera lo que escribía, de pronto la mayoría de gente que me leía se identificaba con lo que escribía y Dios ministraba vidas. Paso a paso todo fue creciendo y Dios lo fue respaldando hasta el punto de hoy en día tenemos miles de miles de visitantes en todas las webs que son parte de nuestra red.
Mucha gente me escribe y me pregunta muchas cosas entre las cuales están: ¿Cómo te diste cuenta que sabias escribir?, soy sincero y les respondo que no sabía que escribía, que solo disfruto lo que hago y trato de hacerlo para el Señor lo mejor que pueda. Alguna me dicen: ¿Cómo lograste que muchos te leyeran?, y yo humildemente respondo: No lo sé, solo hago lo que me gusta y Dios hace su parte.
Me siento un poco extraño cuando muchos jóvenes me escriben y me dicen que les gustaría hacer lo que yo hago o cosas parecidas. Me conmueve saber que mis sueños se están cumpliendo, no sin antes haber pasado periodos largos de anonimatos, de burlas de personas cercanas a mí, de desiertos, de procesos en mi vida que me han llevado a ser la persona que soy, a pesar que sigo siendo el mismo imperfecto te aseguro que amo a Dios sobre todas las cosas.
No trato de exaltarme en ninguna manera por lo que cuento, Dios conoce mi corazón y sabe que jamás por mi mente ha pasado la mínima idea de que todo lo que vivo es por lo bueno que soy, al contrario, cada mañana al orar en mi oficina reconozco que soy más bendecido de lo que merezco, a pesar que tengo mis luchas diarias, puedo decir: Dios está conmigo.
¿Sabes?, quizá tu también tengas muchos sueños y a veces pareciera que las circunstancias que te rodean o las limitantes que tienes a tu alrededor no permitirán que cumplas lo que siempre has soñado o anhelado. Hoy quiero animarte a que ACCIONES, a que uses lo que tienes en tu mano.
Quizá tu sueño sea cantar, entonces ¡Acciona!, canta, practica todo lo que puedas. Quizá tu sueño sea tener una banda que exalten el Nombre del Señor, entonces no veas las limitantes, si no ve lo que Dios puede hacer en medio de todo ese panorama contrario, ¡Acciona!
Quizá tu sueño sea predicar a miles, comienza accionando, predicándoles a uno, dos o diez. Quizá sueñes con ser misionero en Yemen u otro país de África o Asia, entonces: ¡Acciona! Ve y predícales a tus vecinos.
Quizá a ti te gustaría tener un Ministerio en el Internet, entonces: ¡Acciona!, comienza a hacer cosas pequeñas y a pesar de no ver resultados los primeros meses o años, jamás desfallezcas, si Dios te llamo para eso, entonces su RESPALDO estará contigo.
No importa tu edad, no importa el país en el que te encuentres, ni las condiciones que te rodean, cuando tu eres un SOÑADOR y no te cansas de luchar por tu sueño, créeme que tarde o temprano lo lograras, porque Dios vera en ti la determinación que tienes por hacer algo para El.
Que nadie te robe tus sueños, que nadie te diga que no lo lograras, tus sueños son tuyos y del Señor, por lo tanto, ¡ACCIONA! Comienza desde abajo y Dios te levantara.
Te regalo dos versículos que han sido mi lema durante mis años de servicio a Dios, el primero es:
“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.
Mateo 25:21 (Reina-Valera 1960)
El segundo tiene que ver con algo más interior, pues antes de poder dar, tenemos que recibir:
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí”.
Salmos 51:10 (Reina-Valera 1960)
Para Dios no hay favoritos, así que si muchos han logrado sus sueños, TU TAMBIÉN LO PUEDES LOGRAR, solo basta creer en lo que Dios puede hacer en tu vida, ACCIONAR y no desesperarse.
Y sobre todo recuerda algo, si tus Sueños y Anhelos son conforme a su voluntad, entonces ten la seguridad que:
¡Dios cumplirá tus Sueños y Anhelos!
Autor: Enrique Monterroza
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