¿A quién más puedo ir?
¿Cómo podría expresarme?,
¿Qué palabras de consuelo me quedan?,
Al parecer solo el silencio resta…
–
Ya no tengo más palabras de alegría,
He agotado los recursos que creí que tenía,
La marea de la vida me ha vencido…
–
Señor indigno soy…
Pero, ¿a quién más puedo ir?
Escúchame y vuelve a mí,
Abrázame una vez más así…
Así como sueles hacer,
Con tus brazos llenos de Calor,
Llenos de amor.
–
He deseado dejar de vivir,
Los días se vuelven noches frías de soledad,
Ya no me queda paciencia para esperar…
–
Despierto cada día luchando con el dolor,
Pensando más que en vestimenta,
En la sonrisa falsa que he de usar…
–
Señor indigno soy…
Pero, ¿a quién más puedo ir?
Escúchame y vuelve a mí!
Abrázame una vez más así…
Así como sueles hacer,
Con tus brazos llenos de Calor,
Llenos de amor.
–
Padre aun cuando todo me fuese quitado,
Mis anhelos, mis sueños destrozados,
Solo en ti hallare esperanza,
No me deseches aun,
Que a ti se vuelca mi corazón.
–
Señor indigno soy…
Pero, ¿a quién más puedo ir?
Si solo Tú eres el dueño de mi amor
La razón de mi vivir.
–
Autor: Jose Alvayero
Escrito para www.poetascristianos.com