TEMA: “LA EXCELENCIA DE LO QUE OFRECEMOS AL SEÑOR”
SERIE: «LAS OBRAS DEL SEÑOR RESUCITADO»
TEXTO: HEBREOS 11:4
INTRODUCCION:
Tenemos ya un buen tiempo de estar hablando acerca de la obra extraordinaria que Jesús ha realizado para nuestra vida ante esto es básico pensar: si Jesús entrego lo mejor por mi, ¿Qué le estoy entregando yo? ¿Cómo se lo estoy entregando?
Los seres humanos casi siempre estamos pensando en lo que otros hacen o no hacen por nosotros, pero pocas veces nos detenemos a pensar: ¿Qué hago por los demás? ¿Cómo lo hago?
Examinaremos la ofrenda de dos personas que trajeron a Dios, espero que nos identifiquemos con el que hizo todo con excelencia.
I. UNA OFRENDA PARA DIOS (Génesis 4:3)
a. La ofrenda de Caín era una ofrenda común y corriente, no se dice que fuera escogida.
b. La ofrenda de Caín no era conforme al modelo profético establecido por Dios
1. Recordaremos que Adán y Eva habían sido cubiertos con pieles. Esto implicaba sacrificio.
2. Lo más seguro era que Adán y Eva habían aprendido que el sacrificio de un animal era lo que simbolizaba la obra de Dios en ellos y por ende era de su agrado.
c. Caín ofreció algo sin ponerle cuidado de que era lo que le ofrendaría al Señor.
d. Por lo que dice Génesis 4:5 considero que algo no estaba bien en Caín ya que lo primero que resalta es que “DIOS NO MIRO CON AGRADO A CAIN…” . Después menciona su ofrenda.
Esto tiene que hacernos recapacitar que lo primero que Dios mira es al oferente, después mira su ofrenda. Vale la pena que le demos al Señor todo con el corazón.
II. LO MEJOR PARA DIOS (Génesis 4:4)
a. Abel trajo de los primogénitos, Abel trajo lo mas gordo. Creo que esto refleja que Él dio lo mejor al Señor.
b. Escogió cuidadosamente lo que le ofrecería al Señor.
c. Definitivamente, lo que yo le ofrezco al Señor refleja mi condición interior para con Dios
d. Génesis 4:4 dice que Jehová miró con agrado a Abel…
Todo esto nos hace reflexionar:
1. ¿Qué le estamos ofreciendo al Señor?
2. ¿Cómo se lo estamos ofreciendo?
3. ¿Doy a Dios lo mejor de mis talentos, lo mejor de mi tiempo, de mi servicio, de mi dinero, de mi vida?
4. ¿Hago las cosas del Señor con reniego, lamento, pesadez o indolencia?
CONCLUSION:
Te desafío a que hoy le demos lo mejor al Señor. ¿Ya le diste tu corazón? Si no lo has hecho HAZLO HOY.
Autor: Walter Valle
Publicado por: www.destellodesugloria.org