Hijo, Yo te Protejo
A veces se nos olvida que tenemos a un Dios que nos protege, a un Dios que tiene hasta el mínimo cuidado de nosotros, y es que en muchas ocasiones estamos turbados, con miedo y expectantes a lo que pasara con nosotros, cuando en realidad Dios lo tiene TODO fríamente calculado.
Al pensar sobre la protección de Dios sobre nuestra vida me venía a la mente el siguiente pasaje entre muchos otros: “¡Dios sabe hasta cuántos cabellos tienen ustedes en la cabeza!” Mateo 10:30 (Traducción en lenguaje actual).
Es increíble darme cuenta que su protección es tan perfecta, que tiene hasta el mínimo cuidado de nosotros. El cuidado de Dios sobre nuestra vida rebasa todo lo que nuestra mente pueda pensar, porque se traslada a un ámbito en donde nos es difícil asimilar el enorme poder y cuidado que Dios tiene para nosotros.
¿Tú crees que Dios no sabe lo que estas pasando?, ¿Tú crees que El no está atento a tu necesidad?, ¿Piensas que se ha olvidado de ti?, ¿Crees que todo lo que estás viviendo terminara mal?, ¿Tienes miedo?, ¿No sabes que pasara con tu vida o la de tu familia?, ¿Qué es lo que te aflige?, ¿Qué es lo que te roba la paz?, ¿Qué es lo que Dios no es capaz de hacer?
Para por un momento, detente, tranquilo, respira, no corras mas, ¿De qué huyes?, no tengas temor, ¿Por qué temes?, ¿Alguna vez te has dado cuenta que el que está contigo es mayor que el que está en el mundo?, Entonces, ¿Qué es lo que te preocupa?, tranquilo, descansa, confía y espera.
Oye, Dios no se quedara con los brazos cruzados, el tiene una respuesta perfecta a tu situación, su protección abarca todo lo que te imaginas y lo que no. Es tan grande el cuidado que Él tiene, que se preocupa hasta de los mínimos detalles de tu vida, por lo que eso debería ser razón para descansar y esperar en El.
Hoy quiero recordarte algo que tú ya sabes, pero que necesito volver a recordártelo, y es el hecho de que el que te PROTEGE ES DIOS.
No te olvides que tu eres Propiedad de Él, que te compro a precio de Sangre, que vales la Sangre de Jesús y que tu ciudadanía no es terrenal, sino celestial, que tú perteneces a un real sacerdocio, que eres pueblo santo, adquirido por Dios, tu formas parte de su familia y por tal razón su PROTECCION ESTA CONTIGO.
¡Levántate!, Levanta tu cabeza, jamás tengas temor de lo que te pueda pasar, porque si de algo debes estar muy seguro es que DIOS TE PROTEGE y el tiene cuidado de ti, estas bajo sus alas.
Dios te dice este día:
“Hijo, Yo te Protejo”
“sólo bajo su protección podemos vivir tranquilos, pues nunca deja de cuidarnos”.
Salmos 91:4 (Traducción en lenguaje actual)
Autor: Enrique Monterroza
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