LA FUERZA DE LA UNIDAD
San Juan 15:5
¿Porque La fuerza? Porque la fuerza es una ley, es un poder, es algo que se va formando y creciendo hasta llegar a convertirse en fuerza y se desarrolla independientemente de nuestra voluntad y si sabemos qué es y cómo funciona, podemos sacar de ello mucho provecho.
En mi Devocional La Importancia de Las relaciones, vimos básicamente como La Ley de Dios, sus Mandamientos, son un tratado de relaciones humanas y el orden y la prioridad que debemos darle a nuestras relaciones, para que estas sean funcionales y gratas a los ojos de Dios; sin embargo deseo profundizar mas en el tema, pues hablar de Unidad, no tendría sentido sin hablar de relaciones; cuando hablamos de relaciones y de unidad, estamos hablando de:
• Comunicación e intercambio.
• Interactuar con otras personas.
• Flujo o corriente de información, conocimiento y poder que va y viene, que se da y que se recibe, de retroalimentación; siempre estamos dejando una huella en lo que hacemos y recibiendo “algo” de los demás.
• Multiplicación. Las leyes cumplen con la ley de la multiplicación, entre mas demos, mas recibiremos, entre mas sembremos, mas recogeremos, entre mas fuerza y entusiasmo pongamos en lo que hacemos, mas fuerza tendremos y la fuerza en nuestra vida será mas poderosa y entre mas cultivemos las relaciones y la unidad, las relaciones tendremos y mas fuerza tendremos.
• Unidad. No importa cuán diferentes seamos individualmente, somos Uno colectivamente en Cristo, somos un solo cuerpo, somos Su Iglesia, somos todos iguales, (hombres, mujeres, ricos, pobres) por todos se ha pagado un mismo precio y como creyentes e hijos de Dios, compartimos muchas características en común, los mismos objetivos, mismas metas, misma esperanza, mismo amor, todos cargamos nuestra propia cruz y compartiremos las mismas coronas y recompensas, de acuerdo con las obras de cada uno.
Para ilustrar como funciona la Unidad, voy a referirme a la película Piratas Del Caribe II (Espero la hayan visto, sino los invito a verla) porque aunque sea una historia fantasiosa para niños, los personajes son seres humanos y viven situaciones a las que todos estamos expuestos y porque La Palabra de Dios, fue hecha para nosotros, para afrontar situaciones de la vida diaria, donde se pone a prueba nuestro carácter, nuestra fe, nuestro valor, nuestra fuerza.
Hay en esta película una escena donde Jack Sparrow, el pirata caracterizado por el actor Johnny Depp, se encuentra abandonado y solo en una playa queriendo recuperar su barco encallado en la arena; él solo trataba de jalar su barco hacia el mar con una cuerda pero este era algo que sobrepasaba su fuerza y nunca lo hubiese logrado solo, entonces recuerdan que pasó? Se puso a discutir en un absurdo dialogo con los cangrejos que estaban en la playa, metidos en su cascaron simulando ser piedras y tomándolas una a una las arrojaba al mar, mientras maldecía su suerte. Que notamos aquí?
1º.) Ignorancia: No reconocer el potencial de los que se cruzan en nuestro camino.
2º.) Rechazo. Desprecio. No valorar y respetar a otras criaturas, así sea de otra especie.
3º.) Arrogancia y orgullo.
Y que paso después? Que esas insignificantes criaturas fueron las encargadas de darle una lección de humildad, cuando entre todas, como un rio de cangrejos – unidas – con un solo propósito, se metieron debajo y detrás del barco y como una poderosa fuerza y poder en movimiento, lograron llevar el barco hasta el mar como si tuviera ruedas.
¡Qué gran lección! Pero yo creo que Jack no lo vio así en su momento y no lo valoró, precisamente porque él es un pirata (en la película) y un pirata, piensa, siente y actúa como pirata; no se puede confiar en un pirata, porque no tiene palabra, son mentirosos, engañadores, ambiciosos, desleales y traicioneros; sin embargo y a pesar de la desconfianza que inspiraba, en el resto de la película comienzan a unirse a él una serie de personajes, quienes están “unidos” no de buena gana y con mucha desconfianza, pero en realidad cada uno guardaba en su corazón sus propios motivos, deseos y anhelos para ser parte de la tripulación; uno quería encontrar y salvar a su padre que había sido tomado cautivo en un barco fantasma; otros querían liberar a la diosa del mar para que rompiera una maldición que había ellos; los nobles en su ambición, querían un cofre celosamente guardado por un pirata pulpo, porque creían que allí había un tesoro (lo que contenía era un corazón); la muchacha iba tras el amor de su vida que se había convertido en pirata y así sucesivamente, cada uno quería lo suyo pero lo interesante de esta película es que finalmente cada cual consiguió lo que quería a pesar de ser tan diferentes y de su condición de piratas en lo que se habían convertido y el secreto fue LA UNIDAD. A pesar de sus diferencias lograron juntarse como una sola fuerza y pelearon juntos contra un enemigo común y vencieron.
La enseñanza que nos deja esta película es que primero necesitamos reconocer nuestra necesidad de ayuda, solos no podemos hacer nada ni llegar a ninguna parte; permaneced unidos a Jesús, porque separados de El, nada podremos hacer; unidos en nuestra Iglesia, en oración para cuando lleguen los momentos de prueba, unidos a nuestra familia, todos podamos hacerle frente a los problemas cuando lleguen.
• Que en el mundo esta nuestro enemigo común y el mundo también está lleno de “piratas” en los que no podemos confiar, pero si estamos unidos y somos uno con Cristo, podremos resistir al diablo, las tentaciones, superar las pruebas y crecer en su cuerpo y amor.
• Que sin unidad Dios no puede bendecirnos; necesitamos unidad en la familia, en la Iglesia y en nuestro entorno, sea cual sea el país, el barrio o la ciudad donde Dios te haya puesto.
• Que como una sola familia, igualmente compartiremos las mismas coronas y recompensas, de acuerdo con las obras de cada uno.
• Que todos necesitamos de los demás, porque compartimos un mismo hogar en la tierra y un mismo tiempo, aunque unos lleguen después y otros se vallan antes que nosotros, no olvidemos que somos una gran familia humana y una familia en Cristo Jesús, como creyentes e hijos de Dios; aunque los anhelos de nuestro corazón sean diferentes, Dios nos ama y unidos alcanzaremos nuestros sueños.
• Que como seres humanos consientes e hijos de Dios, podemos comprometernos a promover y mantener la Unidad en nuestra casa, nuestra iglesia y nuestra vecindad.
• Que si somos cristianos, debemos pensar, sentir y actuar como cristianos; no basta con autodenominarnos cristianos o ser buenos, sino también hay que parecer serlo y reflejar la imagen y amor de Dios en nuestra vida.
Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Efesios 4:13
Autora: Hefzi-ba Palomino
Escrito para www.devocionaldiario.com