Me gloriaré en mis debilidades
Es que se trata de algo mucho más profundo. Hay algo que paradójicamente me tranquiliza y me infunde confianza: la naturaleza corrupta y caída de mi viejo hombre. Fui un hijo desagradecido con lo que Dios una vez me dio y había puesto en mi mano. Por ello cuando pude reconocer tal error y clamé a Dios por una nueva oportunidad, y ésta por fin se hizo presente; además de experimentar el poder de mi amado Señor, pude ver las cosas de otra manera.
Hoy tengo una actitud completamente diferente. Estoy agradecido a Dios por lo que tuve que pasar. Tal vez “mi hoy” no sea lo ideal a mi precario modo de ver. Pero hoy puedo disfrutar de una segunda oportunidad y esta vez ruego a Dios por hacerlo bien, toda vez que el futuro si bien incierto, promete.
No sé lo que viene, pero no tengo la menor duda de que está en Sus Manos. Esa es la verdadera base de todo, eso es lo que me hace feliz. Que en mi debilidad y torpeza, el poder de Dios se hizo grande y evidente.
De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza (…)
(Salmos 8:2 RV60)
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
(2 Corintios 12:9 RV60)
Autor: Luis Caccia Guerra
Escrito para www.devocionaldiario.com