Somos Bendecidos
Y es que nuestra naturaleza, nos hace muchas veces querer más de lo que realmente necesitamos, nuestra naturaleza pecaminosa muchas veces trata de llenar nuestro vacío espiritual a través de cosas que realmente no lo llenaran.
Somos seres carnales, fácilmente fallamos, fácilmente hacemos el mal, pero no podemos negar también que hay en nosotros una necesidad espiritual fuerte. Y es que fuimos creados con ese propósito, fuimos hecho por Dios y para Dios, su intención al crearnos era que lo buscáramos, que lo agradáramos, pero hemos distorsionado ese propósito, hemos hecho lo que supuestamente nos satisface, cuando en realidad tenemos que ser sinceros: Nada nos llenara de la forma en que Dios nos llena.
Hoy pido perdón a Dios por las veces que no he sido agradecido, por las veces que no he valorado lo que me ha dado y por lo débil que he sido en algunos momentos de mi vida.
Somos más bendecidos de lo que creemos y si tenemos a Dios de nuestra parte, no nos falta nada más.
¿Recuerdas la vez que por poco y te asaltan?, pues Dios estuvo allí para cuidarte. ¿Recuerdas la vez que no tenias dinero para pagar las cuentas?, fue Dios quien utilizo ese medio para enviarte la provisión. ¿Recuerdas esa vez que te escapaste de ese accidente?, no fue tu capacidad o la del que iba al volante, sino que fue Dios quien te guardo. ¿Recuerdas esa vez que estabas enfermo?, pues fue Dios quien te sano.
Hay tantos detalles de la vida que no percibimos, cosas que no le damos la importancia que merecen pero que realmente ha sido la mano poderosa de Dios obrando en nuestra vida.
Fuimos creados con el propósito de buscar de Dios, fuimos creados con una necesidad profunda del Señor, y aun cuando quieras negarlo o tratar de llenar esa necesidad de Dios por cualquier otra cosa, siempre volverás al mismo lugar, porque tú fuiste creado para estar de la mano de Dios, porque esa es su voluntad.
¿Por qué no nos volvemos a Dios?, ¿Por qué no comenzamos a ser agradecidos con El por lo que nos ha dado?, es hora de comenzar a vivir como a Él le agrada, es momento de hacer un alto a nuestra vida tan acelerada y darnos cuenta que somos más bendecidos de lo que imaginamos.
Hoy al llegar a casa le daré un beso enorme a mi esposa y le diré lo mucho que la amo, abrazare a mi hijo hermoso y le diré que tratare de ser el mejor padre que pueda ser, que mi anhelo será siempre parecerme a Jesús, porque un día quiero que él, mi pequeño se parezca a mí.
“¡Gracias a Dios por lo que nos ha dado! ¡Es tan valioso que no hay palabras para describirlo!”
2 Corintios 9:15 (Traducción en lenguaje actual)
¡Somos más bendecidos de lo que creemos!
Autor: Enrique Monterroza
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