¿CUAL ES EL SECRETO?
Descubrimos en la vida de Caleb algunos principios que necesitamos para correr y finalizar la carrera en la vida cristiana. En primer lugar, se entrego totalmente al Señor; todos los demás principios se derivan de este. Caleb sirvió al Señor completamente, no a medias. Caleb vivió casi cuarenta años con una nación incrédula, rodeado de gente que no amaba a Dios de corazón. Cuando la mayoría hablo en contra de Dios, Caleb mantuvo su fe en Dios. Con probabilidad fue amenazado al anonimato, al ridículo. Pero Caleb sabía a quien servía. ¿Cuál fue el secreto para llegar hasta Canaán, cuando la gran mayoría se quedó en la frontera? ¿Cómo pudo estar rodeado de incrédulos y no perder su fe? ¿Cómo pudo estar en el desierto más de cuarenta años y seguir suspirando por Canaán? Es interesante ver como Caleb busco la aprobación de Dios y no el aplauso de los hombres. Lo más fácil habría sido seguir la mayoría, a la multitud para no quedarse solo en su lucha. Sin embargo, por cuanto era un hombre fiel y servidor de Dios, se mantuvo firme a favor de la verdad.
En ocasiones a través de nuestra vida cristiana somos tentados a seguir a las mayorías (aunque no tengan la razón). Muchos siendo amenazados con la marginación y la soledad se unen a personas y a grupos para hacer escarnio de otras personas. Puede que tu fidelidad a Dios te haya traído como consecuencia resultados dolorosos. Por temor a que nos critiquen preferimos rendirnos ante el que dirán. ¿Es este tu caso? Si es así, te invito a que honres al Señor en tu vida y que al igual que Caleb desafíes a aquel que se oponga a que tu alcances la meta y tu objetivo. No te rindas.
Caleb fue tentado a mirar a los gigantes y salir huyendo, en vez de mirar al Dios que tantas veces los habría librado del enemigo. Recuerda que hay una recompensa para ti, al igual que la tuvo Caleb cuando finalmente fue gratificado con Hebrón.
¡Jehová hará cambiar tu historia!
Autora: Lucy Carmona
Escrito para www.devocionaldiario.com