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Devocional – Frente a la adversidad aumenta tu fe

FRENTE A LA ADVERSIDAD AUMENTA TU FE

frente-a-la-adversidadAmado hermano o hermana: hoy tengo la necesidad de tocar un tema trillado en las cosas de Dios pero siempre vigente: la fe. Porque el cúmulo de problemas que te afligen de manera inútil, te hacen dudar y desperdiciar el gran poder que Jesús depositó en tí, todo ello por falta de fe. Sí, me refiero a esa ausencia de certeza en lo que se espera y de convicción en lo que no se ve.

Cuando todo sale a pedir de boca, esto es, al instante, estás cierto de que Dios está contigo y cuándo no todo viene a lo tangible de prisa como quieres, cuando los demás no creen en ti o bien cuando tú quieres las cosas en el momento y no suceden, te derrotas y piensas: “Bueno, será cuando Dios quiera”, “Quizá eso es demasiado para mi capacidad”, “No estoy preparado”, “Eso es para gente con mayor experiencia espiritual”, “No tengo los recursos para hacer grandes obras para Dios”, “Todavía no es mi momento”, entre otros pensamientos que no son más que EXCUSAS que dimanan de un endeble espiritual que no tiene comunión con Dios. Perdona que te hable así de fuerte, pero a veces es necesario sacudirte y todo cuanto te escribo me pega primero a mí que a ti, quiero decir me retroalimenta. Así, es bueno reconocer que si bien todo tiene su tiempo aun cuando tú quieras apresurar las cosas, serán en el momento que Dios lo disponga, pero también ello accionará en la medida de tu convicción en las promesas de Jesús, de que él te sostiene, provee, te ama y se ocupa de ti hasta el fin del mundo porque está contigo.

Por esto amado hermano, ante cualquier contradicción u obstáculo, piensa que ello te acerca más a la meta, que la gran victoria esta detrás de ese problema, escasez, falta de oportunidad o lo que sea, en la medida de tu fe. Que el dínamo que motiva a tu Dios es tu certeza en él. Jesús reiteró el poder de la fe y dejó una gran herencia para nosotros, por tanto no te subestimes, eres beneficiario de ese gran poder sobrenatural decreta las palabras poderosas de Cristo y mueve de un lugar a otro esa montaña o problema. Todas las mañanas al salir de tu casa, pregúntate: ¿Quién manda aquí? A lo cual contesta: ¡Solo Jesús manda aquí! “Con la seguridad y el poder que él me otorga descanso en él, porque solo su voluntad me bendice. Estoy bajo su protección y tengo la certeza de que todo cuanto acontece es para su gloria y para mi bien.” Te amo hermano porque esa fragilidad que tú has sentido yo también la he compartido alguna vez y hoy se que él me guarda en su amor y que de la prueba viene la bendición a través de la enseñanza y de la gracia que quiere darme.

¡Dios te guarda!

Autor: Blanca Rosa Valles Beltrán

Escrito para www.devocionaldiario.com