Devocional – Desenterrando tus talentos

admin

hace 15 años

DESENTERRANDO TUS TALENTOS

“Pero el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor”

Mateo 25:18

Impresionante como Dios utiliza siervos de generación en generación para hablar a su pueblo, llevar sanidad y medicina, palabra de aliento y poder hacer grandes cosas para Él, lastimosamente muchos de nosotros Dios ha depositado en nuestras manos grandes talentos y en lugar de explotarlos para Él los enterramos por miedo a perder las habilidades con las que podamos contar, dejamos a un lado que se nos fueron otorgados los dones para ministrar al pueblo de Dios y no solamente para poder gloriarnos que podemos hacer algo.

En ocasiones hemos dejado atrás una vida de ministerio porque decimos que ya no podemos desarrollar de la mejor manera el talento que un día Dios depositó en nuestras manos, no sé si en alguna ocasión tuviste la oportunidad de servirle a Dios a través de un instrumento musical y hoy ya no lo haces, o le dabas clases a los niños en el ministerio infantil de tu iglesia, predicabas la palabra y lo hacías con un denuedo tal que muchas de las personas que están en la iglesia se convirtieron por una palabra que Dios puso en tu corazón, eras de los que no perdían la oportunidad de salir a evangelizar casa por casa…

Hoy por hoy solamente dices “que días aquellos que hacia tanto en la obra para Dios”

Tengo dos cosas que compartirte:

1. Dice la palabra de Dios que no debemos de vivir de glorias pasadas, no podemos sentarnos en un sillón cómodo y comenzar a recordar todo lo que hiciste un día por Dios, recuerda que no es una opción en nuestras vidas el haber hecho todo lo que hicimos en la obra, sino mas bien un mandato que Jesús mismo nos dejó al momento de su partida al cielo, por lo tanto no lo veas como los triunfos humanos que se pueden disfrutar e incluso verlos como un trofeo en tu vida.

2. LEVANTATE, DESENTIERRA TUS TALENTOS, no te quedes en que un día lo pudiste hacer, mejor levántate de donde estés y así como lo hiciste una y otra vez lo volverás a hacer, no como un reto, sino mas bien para poder honrar a Dios y no desperdiciar el talento que Dios te puso en tus manos.