La suma de su Palabra es Verdad
Salmos 119:160 (Nueva Versión Internacional)
El día antes de partir de Canadá a México, visité la ciudad de Toronto. Y estando allí el Señor me mostró este versículo….y me dijo ¿Te acuerdas que un día prometí que te restauraría y me glorificaría en tí?
Vino a mi mente aquella época gris de vida, aquel tiempo dónde solo había desesperación, ansiedad y locura. Aquellos tiempos cuando era un cuerpo moviéndose por inercia esperando su partida al Seol. Cuándo para mí ya no existía futuro y estaba herido de muerte…….más sin embargo llegó Él y me rescató.
Mi proceso de restauración fue lento y doloroso, en muchas ocasiones estuve a punto de rendirme, en otras miles me acababa la fatiga. Pero Él con su palabra constantemente me decía que me devolvería la vida.
“Yo les daré aliento de vida, y ustedes volverán a vivir. Les pondré tendones, haré que les salga carne, y los cubriré de piel; les daré aliento de vida, y así revivirán. Entonces sabrán que yo soy el Señor.» Ezequiel 37 1:6
Al estar entrando a la ciudad de Toronto en la cúspide de mi vida profesional y en el comienzo de mi ministerio, pensé, “Esto no es posible, es un milagro” ¿Cómo aquella persona que era víctima del tormento, terror, opresión y crisis nerviosa; puede estar haciendo esto?
Dios lo hizo, y su infinita misericordia me salvó. Él lo hizo y con amor de Padre me sanó y restauró mi vida…..Él tenía preparada una vida llena de bendición para mí, aún antes de conocerle.
Querido hermano, tal vez estés teniendo dificultad al avanzar en el camino a tu restauración, tal vez tengas desanimo por no poder ver manifestada esa promesa, tal vez quieras rendirte y volver a tu antigua vida; pero déjame decirte esto “La suma de su Palabra es Verdad”. Él es el único que no miente, y de una u otra manera Él cumplirá eso que prometió. No te desesperes sí Dios no está obrando de la manera que lo esperas, pues da por seguro que Él está obrando pero no a tu manera.
Yo te invito hermano/hermana a ser diligente en tu camino a la restauración, pues la obediencia es lo que sana. Sin importar que ilógico o poco cómodo te parezca tu camino de restauración (Acudir con Pastores, Consejeros, Médicos, Psicólogos, Psiquiatras, Grupos de autoayuda etc.)
Solo avanza, aunque nada veas, y pronto verás con tus propios ojos, que la suma de su Palabra es Verdad.
Autor: Richy Esparza
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