Jesús puede calmar la tempestad de tu vida
Marcos 4: 36, 37
Acababa de dar una cátedra de lo que realmente era la FE, sus discípulos estaban aprendiendo poco a poco sobre todo lo que su Maestro les estaba enseñando. ¿Quien de nosotros no hubiese querido ser parte de esos doce hombre que estuvieron muy de cerca en todo su ministerio?
Despidieron a la multitud y se subieron a la barca, algunos de los discípulos eran pescadores experimentados, es mas a algunos de ellos el mismo Jesús los había llamado cuando estaban realizando su trabajo artesanal, pero eso no era motivo para que dentro de un momento cuando se levantare una tempestad de viento ellos pudieran sentirse amedrentados.
Y es que no importa cuando tu sepas o cuanta experiencia tengas en determinada área, habrán momentos en donde el temor o miedo aparecerá. Ejemplo claro, los pescadores que se encontraban en esa barca, los cuales estoy seguro que no era primavera vez que experimentaban algo parecido, seguramente en alguna noche de pesca ya habían experimentado algo similar, pero pareciera que su experiencia no contó en este momento sino que fueron uno mas de los amedrentados frente a las circunstancias de la naturaleza.
Así mismo, en nuestra vida se levantan tempestades que quieren asustarnos y en muchas ocasiones lo logran, esas tempestades que hacen que las olas se levante alto y que poco a poco comiencen a inundar nuestra barca. Seamos sinceros, todos en momento determinado cuando vemos que la tempestades de la vida son fuertes tendemos a amedrentarnos, a asustarnos y porque no decirlo a desesperarnos.
Pero ¡Ojo! A pesar que la tempestad sea muy fuerte, trata de NO DESESPERARTE, porque al desesperarnos perdemos el control de todo y se nos hará mas difícil tomar una decisión importante para salir de esa situación.
Pueda que hace poco estabas viviendo un crecimiento espiritual tal que tu fe y tu convicción estaban mas fuertes que nunca, pero de repente sin pensarlo como suele ocurrir apareció una tempestad gigante que amenaza con hundir la barca de tu vida. Tu misma impresión de algo inesperado hacer que tu corazón se amedrente, en ese momento, a como puedes tratas de despertar al Maestro que siempre ha estado en esa barca.
Y es que a veces se nos olvida de que Jesús siempre esta allí, él esta junto a nosotros siempre y cuando lo busquemos y tratemos de agradarlo, por tal razón no deberíamos de temer a nada ni desconfiar, porque ante de ahogarnos por la tempestad, también El se tendría que ahogar, cosa que JAMAS pasará. Pero nuestra humanidad y desconfianza por naturaleza nos hace olvidarnos del que protege nuestra vida es Jesús y que si El esta allí no hay nada que temer.
Pero Jesús siempre sale al rescate, el se levanta y hace lo que tiene que hacer: “reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza” (Marcos 4:39).
Lo que hace momentos parecía irreversible fue reversible, lo que parecía difícil de calmar se calmo, el ruido provocado por lo grandes vientos y olas enmudecieron, y es que para Dios no hay nada imposible.
La reacción de los discípulos fue tan grande que quedaron totalmente sorprendidos de lo que había pasado y es que así es, cuando permitimos que Jesús actué TODOS quedamos sorprendidos con la forma tan única de actuar que tiene, a El no hay nada ni nadie que lo detenga, no existe obstáculo capaz de pararlo, no existe tempestad que pueda hundirlo porque el gobierna sobre TODO, por tal razón nosotros deberíamos estar confiados que junto a El somos mas que vencedores.
Hoy te invito a que permitas que Jesús tome el control de la barca de tu vida, quizá estas amedrentado, quizá estas afligido, quizá la tempestad es tan grande que tu barca esta por hundirse, pero no te preocupes, que Jesús viene al RESCATE y hará que TODO calme, solo CONFIA, solo CREE y deposita el timón de tu barca en sus manos.
¡Jesús puede calmar las tempestades en tu vida!
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para www.enriquemonterroza.com – www.devocionaldiario.com – www.destellodesugloria.org