Un Día a la Vez
San Mateo 6:25-31
A veces vivir un día a la vez se nos hace difícil, andamos siempre corriendo tras un futuro que no vemos llegar, pero que con el transitar del tiempo lo vemos pasar sin remedio y sin poder hacer nada por rescatar ese tiempo invaluable que hemos perdido.
No es fácil tener la suficiente sabiduría como para saber apreciar el pasado salvando todo lo bueno que viviste y aprendiste, sin permitir que este te estanque o te marque de forma negativa, sino que más bien sea lo que nos impulse a salir hacia adelante.
A veces las 24 horas que trae el día se nos pasan tan rápidamente y perdemos tantos detalles valiosos y significativos que deberían ser parte de lo que compone nuestra existencia. Nos afanamos por el día de mañana y no sacamos muchas veces ese espacio que necesitamos para aspirar y transpirar, para disfrutar del esplendor de las cosas sencillas y cotidianas.
Pasan por mi mente dos cosas: 1. el himno que dice: “el día de hoy mi Cristo es lo que vengo a pedir las fuerzas me des para yo hacer lo que debo hacer”. 2. Y esta porción bíblica que he utilizado el día de hoy, donde Dios nos hace un llamado a ponerle freno al acelerador de nuestras vidas, a no permitirnos sentirnos afanados, turbados y preocupados porque él tiene el control absoluto de todo cuanto sucede en nuestras vidas. Si protege a las flores y a los animales, cuánto más a nosotros que somos su máxima creación. Existe algo de lo que podemos estar completamente seguros y es de la fidelidad y el cuidado de Dios para con sus hijos.
Por tanto, tomate una pausa y descansa en las promesas de que Dios no te dejará ni te desamparará.
Autora: Brendaliz Avilés
Escrito Para: escritosdelsilencio.blogspot.com, www.devocionaldiario.com y www.destellodesugloria.org