TEMA: «EL CAMINO HACIA LA VERDADERA LIBERTAD»
TEXTO BÍBLICO: SAN JUAN 8:31-36
Por tradición los Judíos han sido siempre un pueblo celoso de su libertad. Siempre han considerado la esclavitud como una condición humillante. Tanto nacional como individualmente han luchado por retener su libertad, eso puede observarse incluso en el día de hoy. Algo que les choco que Jesús les declaró que eran esclavos del diablo.
Lastimosamente no lo quisieran reconocer sino que alegaron que eran linaje de Abraham y jamás habían sido esclavos de nadie. Que triste es cuando la gente no quiere aceptar su condición espiritual sino que al contrario la autojustifica, nunca será restaurado por el Señor.
Examinemos lo que Jesús declaró acerca de la libertad.
I. LA ESCLAVITUD DEL PECADO. (Juan 8 :34; 39-44)
a) UNA ACUSACION FUERTE.
“Todo aquel que hace pecado esclavo es del pecado” v 34
«Si fueseis hijos de Abraham las obras de él harías» v.39
“Vosotros hacéis las obras de vuestro padre”. V. 41
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo”. V.44
Realmente, esta fue una terrible acusación ¡imagínese! estos eran los educadores religiosos del pueblo, empapados de la historia de su religión, con pretensiones de una herencia gloriosa y sin embargo, se encontraban en el error, la apostasía Y lejos de Dios.
b) UNA DEFENSA DEBIL.
«Jamás hemos sido esclavos de nadie» V.33 Esta era una gran mentira ya que la historia testificaba de sus constantes esclavitudes.
«Nuestro padre es Abraham» (v.39)
Humanamente descendían de Abraham pero en lo espiritual estaban a cero.
«Un Padre tenemos, que es Dios» (v.41) Aquel que ama al Padre, ama también al Hijo.
II. LA FUENTE DE LA VERDADERA LIBERTAD.
a) La verdadera libertad la realiza Jesús (v.36)
En aquel que permanece en su palabra. (v.31)
En aquel que conoce la palabra (v.32)
En aquel que cree en la verdad (Juan 14 :6)
b) La esclavitud espiritual se da cuando se rechaza a Jesús El Señor. (Juan 3 :19)
c) Jesús es el gran yo soy que quiere libertarte. (Juan 8 :58)
CONCLUSIÓN:
La reacción de los Judíos era de esperarse. “Tomaron entonces piedras para arrojárselas» (v.59) ya esto era intolerable para ellos. Con tales declaraciones entendieron que Jesús decía ser igual a Dios, por lo que decidieron matarlo en ese mismo momento. Es asombroso que la humanidad no haya cambiado nada. Mucha gente de hoy se opone a Jesús y es por eso que siguen esclavos: del pecado del mal, de la envidia, del temor, etc. Y no serán libres hasta que confiesen a Jesús como Salvador y Señor de sus vidas.