POR LA FE
Como definición “Fe” es la firme convicción de que algo es real; es la respuesta del hombre a Dios que nos ha dado todo. Por ende la fe es creerle a Dios; y no creer en Dios. En el sentido de creer en Dios la Biblia señala que “aun los demonios creen y tiemblan”. ¡Creerle a Dios va mucho más! Creerle a Dios es firmeza en cuanto a lo que su Palabra dice y estar dispuesto a vivir para Cristo, es confianza plena de lo que el prometió (tarde o temprano) se ha de cumplir.
Que fe más grandiosa la de José, dice la Biblia: 22 Por la fe José, llegando al fin de sus días, se acordó del éxodo de los hijos de Israel y dio mandamiento acerca de sus restos. O sea que sabia que aunque el estuviera muerto, Dios cumpliría la promesa a su pueblo de poseer una tierra, Canaan! Y por supuesto deseaba que sus huesos fueran trasladados a ese destino. Que bienaventurada la fe de Abraham del cual leemos: 17 Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac.
El que había recibido las promesas ofrecía a su hijo único, 18 de quien se había dicho: En Isaac te será llamada descendencia. 19 El consideraba que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos. Abraham fue por tanto llamado “el padre de la fe” porque creyó a Dios y no dudo en accionar conforme a su fe.
Que maravillosa fe tuvo Moisés cuando el escritor sagrado dice: porque se mantuvo como quien ve al Invisible.
Este capitulo del Libro de Hebreos es fascinante en su conclusión al decir: 33 Por la fe estos conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, 34 sofocaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de la debilidad, se hicieron poderosos en batalla y pusieron en fuga los ejércitos de los extranjeros. 35 Mujeres recibieron por resurrección a sus muertos. Unos fueron torturados, sin esperar ser rescatados, para obtener una resurrección mejor. 36 Otros recibieron pruebas de burlas y de azotes, además de cadenas y cárcel. 37 Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a espada. Anduvieron de un lado para otro cubiertos de pieles de ovejas y de cabras; pobres, angustiados, maltratados.
Y en el verso siguiente expresa que: 38 El mundo no era digno de ellos.
¿Que retos de fe nos esperan en este Nuevo Milenio? Cada día que pasa es mas impetuosa la batalla para ganar nuestras almas; por lo cual sigue latente las palabras del profeta que dijo: “El justo por su fe vivirá”. ¿O acaso pensamos que nosotros somos mejores que estos hombres de fe? El mundo considera locura la fe que profesamos; por cuanto esta palabra es locura a los que se pierden. Es menester, entonces, mantenernos creyéndole a Dios aun cuando las cosas “naturales” que vemos nos griten lo contrario. Necesitamos hombres y mujeres que puedan ver a través de su óptica espiritual lo que Dios puede y desea hacer.
¡Cuando comenzamos a vivir “por la fe” empezamos a vivir en el plano sobrenatural!
Autora: Lucy Carmona
Escrito para www.DevocionalDiario.com