Temas y Devocionales Cristianos

A Ti Misionero

A Ti Misionero

Es claro para mí que fuimos diseñados para cumplir un propósito. Todos podemos ser utilizados por Dios de maneras diferentes. Pero ciertamente no todos están dispuestos a correr los riesgos, enfrentar los desafíos, trabajar largas jornadas y sacrificar de sus vidas y de su tiempo para lograr cumplir la gran comisión que Dios quiere depositarles.

Hoy quiero dedicar este escrito a esas personas que sienten un llamado especial por las misiones. A esos que el corazón se les acelera impactado de tan solo pensar en las vidas que se pierden sin saber que hay un Dios que les quiere rescatar y ayudar. A aquellos que anhelan rescatar a las almas pérdidas. Arde en sus corazones una llama que con cada día que pasa se acrecienta más.

Un compromiso que no es ante los hombres, sino ante Dios mismo. Una oración que todos los días se eleva hacia el cielo pidiendo por aquellos que aún no saben de Él. Un clamor que gime por aquellos que tienen hambre y carecen de techo, calzado, abrigo y comida. Mujeres y hombres que se lanzan a la aventura, dejando su tierra y su comodidad para que otros conozcan a través de sus obras que es verdad que existe un Salvador.

Desafíos que enfrentar para llegar hacia el preciso lugar donde se es necesitado y ser un canal de bendición, un puente que estreche los vínculos con el Creador y el hombre. Una luz que se enciende en medio de la tenebrosa oscuridad. Un oasis que llega en medio del desierto de almas que se encuentran abatidas y angustiadas. Una palabra certera y a tiempo que llega al corazón oprimido, aprisionado y hecho pedazos, que les dice que siempre hay esperanza y redención. Largas horas caminando, tal vez agotados pero sin rendirse, para lograr encontrar al alma que perdida vaga, caminando sin rumbo y sin dirección.

Y la recompensa por tan útil servicio y trabajo viene tan solo de Dios. Ese que habita en las alturas y que desde el vientre de sus madres los escogió. ¡No temas misionero, te espera una larga jornada! Piedras que atravesar, mares que navegar, aviones en los cuales elevarte como paloma mensajera que anuncia el reino de Dios. Habrá inclemencias que te mostraran la majestuosidad del Soberano a quien le sirves. Tomado de su mano atravesarás las montañas y te sobrepondrás de cual tristeza.

No pienses que tus recursos son limitados, pues de Jireh vendrá tu provisión. No dudes de tu llamado, fue Él quien lo depositó en tu interior. No serás avergonzado por cuanto has sido fiel y le ha obedecido. Sigue sembrando la preciosa semilla, no te canses de labrar, pues verás grande cosecha que traerá regocijo a tu vida. Verás la gloria y sentirás Su presencia. Un día cuando regrese el Cordero, de su boda participarás. Sabrás entonces que bien valió la pena el esfuerzo pues muy cerca de Dios estarás. Muy gozoso te recibirá y en la ceremonia de premios, estoy segura que una corona junto con un galardón obtendrás para disfrutar por siempre de la eternidad.

Autora: Brendaliz Avilés

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