Tema: «SANTUARIO»
Lectura: Salmos 71:1-16.
El atleta le contó al New York Times que no considera su propiedad de 8 millones de dólares como un monumento al éxito. En vez de ello, la considera un santuario de sus dolorosos recuerdos de una niñez llena de pobreza y maltrato. El joven está buscando algo mucho más profundo que el lujo y el entretenimiento. «Tengo que encontrar mi paz», dijo.
Todos nosotros sabemos qué se siente al estar angustiados. Cuando el presente es desalentador y el pasado nos trae inquietantes recuerdos, ¿a dónde podemos ir en busca de liberación? ¿A quién podemos recurrir para encontrar consuelo y paz?.
El salmista escribió: «Socórreme y líbrame en Tu justicia; inclina Tu oído y sálvame. Sé para mí roca de refugio, adonde recurra yo continuamente» (Salmo 71:2-3). Dios era su esperanza, su confianza y su refugio en las tormentas de la vida (vv. 5-8).
El poema de E. May Grimes capta ese concepto bíblico:
Un pequeño santuario eres Tú para mi,
Oh, Jesucristo amado, Contigo vivo yo,
Mi corazón ha encontrado su eterno hogar,
Su segura morada por dondequiera que yo haya de vagar.
Muy pocas personas pueden darse el lujo de una mansión, pero todo aquel que conoce al Señor puede encontrar refugio y paz en Su eterna presencia.
Reflexión: Cuando ponemos nuestros problemas en las manos de Dios, Él pone Su paz en nuestros corazones.