Tema: «UN ENCUENTRO TRANSFORMADOR”
Texto: Génesis 32: 22-26
Una de las vidas más complejas en la Biblia es la de Jacob, iniciando con su nombre, retomando sus inclinaciones, resaltando sus conflictos internos y toda la experiencia con su tío Laban. Podemos decir que el estilo de vida de este varón no era sencilla, ¡claro! que hay que resaltar que «a pesar de» las circunstancias, Dios se le apareció dándole promesa de bendición. Este varón hizo pacto con Dios y ahora el viene de regreso a su tierra, obviamente no era fácil el encontrarse con su hermano Esaú. Creo que todo esto le hizo sentir la necesidad de quedarse solo (Gen. 32:24) y buscar la bendición de Dios para su vida.
Examinemos la porción leída:
I. UN MOMENTO DE SOLEDAD (v. 24)
A. Después de asegurar a su familia (V. 22-23) Jacob buscó un lugar en el cual reflexionar.
B. Jacob sintió la necesidad de quedarse solo por un momento (V. 24) creo que la mayoría hemos tenido momentos en los cuales deseamos estar solos.
C. Creo, sin temor a equivocarme que aquella noche en medio de la soledad Jacob pudo ver un video imaginario de lo que había sido su vida.
D. Lo mas seguro es que llegó a la conclusión siguiente: «MI VIDA NO PUEDE SEGUIR IGUAL» (v. 24)
II. UN MOMENTO DE OPORTUNIDAD (v. 24)
A. En medio de la noche y de la soledad de aquel varón, Dios se le manifestó dándole una oportunidad «Y luchó con el un varón» Este varón era Dios, dándole la oportunidad de:
1. Luchar con él.
2. Pelear por su bendición
3. Sentir su presencia
B. Jacob entendió que no era cualquier varón, que le dijo: «NO TE DEJARE SINO ME BENDICES» (v. 27)
III. UN MOMENTO DE CAMBIO (v. 27)
A. La pregunta del Señor fue: ¿Cuál es tu nombre? Es trascendental la interrogante ya que el nombre de Jacob se relacionaba con todas las experiencias de su vida. El respondió: JACOS este nombre significaba: LADRON.
B. El varón le dijo: «NO SE DIRÁ MAS TU NOMBRE ‘JACOS'», sino ISRAEL (El que lucha con Dios. También se traduce príncipe de Dios) De un momento a otro la vida de este varón fue TRANSFORMADA EXTRAORDINARIAMENTE.
C. Jacob reconoció que fue Dios quien lo cambio. «.. Vi a Dios cara a cara «y » FUE LIBRADA MI ALMA». ¡Aleluya» nuestra alma puede ser librada por el Señor.
CONCLUSIÓN:
No hay situación o condición que Dios no pueda cambiar. Si de todo corazón lo buscamos, lo vamos a experimentar. ¡Búscalo, encuéntralo y síguele!.
Autor: Pastor Walter Valle