Tema: «COMPRAR SIN DINERO»
Lectura: Isaías 55:1-5
Esta historia nos recuerda que el dinero no lo puede comprar todo. Aun cuando nuestros cuerpos puedan vivir de lo que el dinero puede comprar, el dinero no puede evitar que nuestras almas se marchiten. En Isaías 55, leemos «A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed». (v. 1).
¿Es posible comprar lo que verdaderamente satisface sin dinero? Sí, el profeta Isaías está señalando la gracia de Dios. Este regalo es tan invaluable que no hay etiqueta de precio que le sea adecuada. Y Aquel que la ofrece – Jesucristo – ha pagado el precio total con Su muerte. Cuando reconocemos nuestra sed de Dios, pedimos perdón por nuestros pecados, y aceptamos la obra culminada de Cristo en la cruz, ¡encontraremos alimento espiritual que satisface y nuestra alma vivirá para siempre!.
Él está llamando: «Venid a mí» (Isaías 55:3).
Reflexión: Sólo Jesús, el Agua viva, satisface el alma sedienta.