Tema: «Guardaos hasta de lo mínimo por amor al débil»
Texto: 1 Corintios 8: 9-11
Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió”.
Jesús nos dice: “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”, definitivamente Jesús no libro de las cadenas del pecado y del camino de muerte eterna que llevábamos.
Ahora nosotros somos libres de toda atadura que en el mundo teníamos por la practica consiente e inconsciente de pecado.
Pero una cosa es que Jesús no ha dado libertad y otra es que usemos esa libertad para realizar ciertas acciones que pueden terminar siendo tropezaderos para otros y por que no decirlo hasta para nosotros mismos.
En el caminar cristiano encontraremos a personas de todo tipo, desde espirituales, carnales, hipócritas, religiosos y muchos mas que podemos citar y que no podemos negar que existen en las congregación, pero el peor de todos es el que utiliza la libertad que Cristo le dio como ocasión para pecar.
Pablo dijo: “todo me es lícito, pero no todo conviene”, ahora el mismo Pablo nos habla en este otro pasaje y nos dice que no utilicemos la libertad de una forma que puede provocar que sea un tropezadero para los débiles.
Hermanos tenemos que entender que en toda congregación hay débiles, estos son aquellos que se desaniman por cosas mínimas, que ven en ti un ejemplo y que lastimosamente ponen los ojos en un hombre, cosa que con el caminar cristiano tienen que eliminar de su vida y para poner sus ojos en Jesús. Pero mientras tanto: ¿Qué estamos haciendo para mostrar una vida integra a estos débiles?
¿Sabes que muchos que se van de las Iglesias, se van porque vieron un mal ejemplo de un “hermano” y prefirieron alejarse de Dios?, aunque los que ya caminamos un buen tiempo en el Señor sabemos que esto no debe ser así, que un hermano no puede irse de la Iglesia por el testimonio de otro, pero aun cuando lo sabemos no podemos evitar que esto ocurra, así es desde los tiempos de la Iglesia primitiva y lo podemos constatar en la carta a los corintios.
Ahora bien, nosotros somos libres de realizar cualquier acción siempre y cuando mantengamos la perfecta voluntad de Dios, pero aun cuando sabemos que podemos hacer cualquier cosa, debemos limitarnos a no actuar de una manera en la cual los débiles se puedan sentir defraudados de nosotros.
Recuerdo que hace muchos años cuando comenzaba en mi liderazgo en la Iglesia yo evita cosas que eran insignificantes por amor a aquellos que comenzaban, es decir, que habían bromas o palabras que evitar hacer o decir para no ser tropiezo para los nuevos convertidos y vieran en mí un cambio verdadero.
Recuerdo que cuando mi primo se convirtió yo era un joven de 19 años y el tenia 17, dormíamos en la misma habitación en casa de mis padres, recuerdo que decidí leer mas la Biblia delante de el y orar delante de el para que sin decirle el actuara de la misma manera, y mi idea no cayo en saco roto, ya que al poco tiempo el actuaba de la misma manera, y para Gloria de Dios es una de las razones por las que mi primo ahora es un siervo de Dios.
Lo que quiero decir con esto, es que nosotros los que creemos que somos un poco maduros debemos dar ejemplo al débil, no caer en el error del liberalismo y olvidarnos de dar un ejemplo en todo, es cierto que hay cosas que son insignificantes y que a lo mejor puedes hacer, pero si por mínimo que sea eso puede ser un mal ejemplo para el débil NO LO HAGAS, y Dios te premiara por tu esfuerzo.
Amado, nosotros queremos llenar las iglesias de nuevas personas, pero muchas veces estamos descuidando a las pocas que tenemos, comencemos desde casa, para luego ir a fuera, seamos ejemplo a los débiles y abstengámonos de cosas que los pueden llevar a ser defraudados, quiérase o no, los que tenemos un poco mas de caminar siempre seremos ejemplos a seguir por parte de ellos.
Tu y yo tenemos una enorme tarea: tratar de que los nuevos y los débiles sean mejores que nosotros, ¿Cómo?, a través de nuestro ejemplo.
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para: https://reflexionesydevocionales.blogspot.com