Amenazas y Advertencias

Tema: «AMENAZAS Y ADVERTENCIAS»

Lectura: Deuteronomio 4:32-40

«Dios jamás amenaza; el diablo jamás advierte», declaró Oswald Chambers. Algunas veces usamos las palabras amenaza y advertencia de manera intercambiable, pero Chambers vio un principio que sugiere una distinción. Las amenazas se usan para hacer que las personas hagan lo que más nos beneficia a nosotros. Las advertencias se usan para hacer que las personas hagan lo que más las beneficia a ellas. En otras palabras, las amenazas buscan conservar el poder mientras que las advertencias sirven para proteger a las personas del peligro.

Satanás quiere que pensemos que las amorosas advertencias de Dios son amenazas provenientes de un espíritu mezquino, pero él está equivocado. Según Chambers, «una advertencia es una deslumbrante declaración de parte de Dios, inspirada por Su amor y paciencia». La evidencia de esto se encuentra en los muchos mandamientos que van unidos con frases tales como «para que te vaya bien a ti» (Deuteronomio 4:40; 12:28).

En las relaciones cariñosas, las personas se advierten unas a otras de las inevitables consecuencias de un comportamiento insensato. En las relaciones malsanas, las personas se amenazan unas a otras con castigos si no logran vivir según exigencias irrazonables.

Al interactuar unos con otros, es bueno considerar la naturaleza de nuestro consejo y nuestras órdenes. ¿Usamos ultimatos para conservar nuestro propio bienestar? ¿O advertimos amorosamente a los demás para mantenerlos alejados del daño?

Reflexión: Las advertencias son una expresión de amor; las amenazas son una expresión de control.