Temas y Devocionales Cristianos

No hay profeta sin honra sino en su propia tierra

Tema: «No hay profeta sin honra sino en su propia tierra»

Texto: San Marcos 6: 4-6

“Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando”

¿Alguna vez te has dado cuenta que la gente en tu congregación le presta mas atención a un predicador invitado que a los de casa?, pues yo si me he dado cuenta.

Esta semana analizaba el ¿Por qué?, de esto y quiero compartir contigo mi opinión.

Lastimosamente todos nosotros tenemos oídos que se mal acostumbran a cierta voz, en este caso a cierto predicador. Quizá para la mayoría le sea más atractivo escuchar un predicador nuevo cada semana, que escuchar al mismo durante todo el año. ¿Pero será que eso es la solución para el crecimiento espiritual?, ¿Será que el pastor de casa tiene la culpa de que no le pongamos atención?, ¿Será que la única forma de ministrarnos es que venga alguien de fuera a predicarnos?, rotundamente creo que NO ES ASÍ.

Jesús mismo paso por esto y dijo: “No hay profeta sin honra sino en su propia tierra”. La mayoría de pastores y predicadores pasan por esto constantemente en sus Iglesias y todo porque el pueblo se acostumbra a tenerlos con ellos todo el año. ¿Qué es lo que ocurre en esta clase de Iglesia?, bueno lo que ocurre es que la gente no tiene un corazón preparado para escuchar palabra de Dios, sino que al tener demasiada confianza con el predicador, tienden a perderle interés y seriedad a las palabras que hablara, sin ponerse a pensar que esas palabras no son de un humano, sino que es Palabra de Dios.

Esta semana predicaba en mi congregación y les hacia ver el enorme error que cometemos con la gente que es de casa, menospreciamos a los predicadores de casa y exaltamos a los predicadores de afuera, ¿Por qué se da esto?, realmente esto solo puede ser el fruto de un corazón que no es un terreno fértil para que la Palabra de Dios sea sembrada de buena manera para que de un verdadero fruto.

Cuando un predicador de fuera llega a nuestras congregaciones, todos ponemos una suma atención a cada palabra, porque anhelamos que Dios nos hable, cosa que muchas veces no es así, con el predicador de planta en la Iglesia. Un predicador de fuera puede ser malísimo para predicar, pero cualquier palabra que diga bendecirá nuestra vida, porque nuestro corazón estará dispuesto a ser ministrado. Por otra parte el predicador de planta puede realizar una predicación mas que excelente y haber dispuesto su corazón a ser usado tremendamente por Dios, pero posiblemente la gente no recibió ese mensaje, tan solo por el hecho de que ya están acostumbrados a escucharlo a diario y eso los hizo no disponer su corazón totalmente para ser ministrados.

Amigos, esto es un error que puede llevar a la Iglesia a caer en su ritmo espiritual y a no crecer como Dios quiere que crezca, un corazón que no se disponga en cada predicación no importando quien predique, es un corazón que no ha nacido de nuevo.

Lastimosamente vemos en el versículo que leímos al inicio como Jesús no pudo hacer muchos milagros en su tierra y sabes ¿Por qué?, no creas que es porque no tenia el poder para hacerlos, sino que fue por la poca disposición de los corazones de las personas del pueblo. Cuando no hay un terreno preparado para ser sembrado, la semilla caerá, pero no dará el fruto esperado.

Es hora que entendamos que nuestro corazón tiene que ser un corazón sencillo, humilde y con ganas de ser ministrado en cada momento, es hora de dejar de ver con ojos carnales al predicador, es hora de dejar de oir con oídos carnales las predicaciones, es momento de ser humildes y recibir la Palabra de Dios no importando de que persona o predicador venga, siempre y cuando lleve una sana doctrina.

Amado amigo, te invito a que dispongas tu corazón en cada mensaje que escuches, te invito a que llegues a tu congregación con ansias de escuchar Palabra de Dios y no te desanimes cuando veas que el hermanito que hace dormir a la mayoría va a predicar, no lo veas con los ojos de la carne, ni quieras escucharlo con lo oídos carnales, mas bien es una buena oportunidad para demostrar que tan humilde es tu corazón como para poder recibir una Palabra de Dios para tu vida a través de ese siervo, que sin duda esta tratado de dar su mayor esfuerzo para bendecir tu vida.

Termino con una pregunta muy personal para tu vida:

¿Qué tan humilde es tu corazón para recibir Palabra de Dios?

El corazón humilde agradara a Dios, mas el corazón altivo será despreciado.

Autor: Enrique Monterroza

Escrito para: https://reflexionesydevocionales.blogspot.com