Tema: «FRUTO DISPERSO»
Lectura: Juan 13:3-15
El joven que operaba el puesto trató de levantar su fruta dispersa pero se le estaba haciendo difícil hacerlo. El contrito soldado dejó su equipaje y comenzó a recoger las manzanas. Limpió cada una con su pañuelo y la volvió a colocar en el estante. El muchacho quedó tan impresionado que le preguntó lleno de agradecimiento, «Soldado, ¿es usted Jesús?» Con una sonrisa, el soldado respondió, «No, pero estoy tratando de ser como Él».
Algunas veces, al apresurarnos con nuestras propias responsabilidades, nos volvemos demasiado atareados como para preocuparnos por otras personas. Pero debemos recordar que Jesús nos insta a mostrar amabilidad y preocupación por nuestro compañeros de viaje. Él estableció el ejemplo para nosotros en Juan 13 siendo un siervo. Tenemos que tomarnos el tiempo necesario para ser de ayuda también.
¿Habrá alguien que nos pregunte, «Es usted Jesús?» ¿Y podríamos responder con total honestidad, «No, nos soy Jesús, pero estoy tratando de ser como Él». La amabilidad a la imagen de Cristo puede abrir la puerta para un testimonio que toque el corazón.
Reflexión: Nada es más atractivo que ser como Jesús.