Tema: «SIGUE BUSCANDO ALCANZAR LA CIMA»
Lectura: Filipenses 3:12-21
Acerca de ese momento, Krakauer escribió: «De una cierta manera vaga y distante entendía que [la extensión de tierra bajo mis pies] era una vista espectacular. Durante muchos meses había estado fantaseando con este momento y con toda la descarga de emociones que lo acompañarían. Pero ahora que finalmente estaba aquí, parado en la cumbre del Monte Everest, simplemente no podía reunir suficiente energía como para que aquello me importara».
Las metas temporales nunca pueden satisfacer totalmente. Vemos esto en el ministerio de Pablo. Él les dijo a los creyentes en Filipos: «Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3:14). Es la meta «para la cual fui también asido por Cristo Jesús» (v. 12). Él «transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria Suya» (v. 21).
Esa meta puede ofrecer el incentivo más poderoso. Nos inspira a llegar a ser más y más como Jesús. Cada paso hacia arriba nos da una gozosa satisfacción del alma. ¿Con cuánta diligencia nos estamos esforzando por alcanzar esa meta?
Reflexión: No dejes que la satisfacción de las metas terrenales te impida alcanzar las recompensas eternas.