Tema: «Haz del propósito de la Navidad una realidad»
Texto: San Juan 1: 11, 12
«A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios».
En esta época que la gran mayoría del mundo llama navidad, se celebra el nacimiento de Jesús, el cual se produjo con un solo objetivo: La Salvación del Hombre a través del perdón de los pecados.
La gran mayoría de personas celebran estas épocas pero de una manera equivocada, muchos utilizan esta época para mal gastar su dinero, otros para satisfacer sus vicios y muchos mas para pasarla en familia, excluyendo las dos primeras situaciones podemos decir que la ultima es valedera, pero no es el fin de la navidad.
El fin de la navidad mas allá de una celebración familiar, de un tiempo de reconciliación y de todo lo lindo que la queramos pintar, el fin de la navidad o del nacimiento de Jesús fue y es que el hombre sea Salvo por medio de El, ya que no hay otro mediador entre Dios y los hombres que Jesucristo.
La Palabra de Dios nos habla en el versículo que leímos al principio de cómo Jesús vino a lo suyo, pero los suyos no le recibieron. Jesús vino para salvar a todos aquellos que creyeran en El, lastimosamente la gente de aquel tiempo no entendió a cabalidad el propósito de su venida, al igual que hoy en día.
No estoy en contra de las celebraciones familiares, pues yo mismo me reúno con mi familia en esta época, pero si estoy en contra que le demos mas importancia a otras actividades que al valor de la venida de Cristo Jesús.
No es posible que mientras Dios se hizo hombre a través de Jesucristo para librarnos del pecado, nosotros estemos yendo en pos de nuestra carne, en pos de nuestros pecados haciendo la voluntad de nosotros mismos y no la de Dios.
Amigo mío, que esta época no nos confunda y nos haga olvidar el verdadero propósito de la venida de Jesús, que nosotros seamos los primero que le recibamos como se lo merece, que nuestra vida sea un pesebre para que Jesús nazca en nosotros y nos regale la salvación y vida eterna, para así cumplir el propósito por el cual vino a la tierra.
Que lindo fuera que ese versículo que al inicio leímos dijera:
«A lo suyo vino, y los suyos le recibieron y permitieron que el naciera en sus corazones y les hiciera heredar una vida eterna por medio de la salvación de sus pecados».
Autor: Enrique Monterroza
Escrito para: https://reflexionesydevocionales.blogspot.com