Tema: «POR QUÉ TENEMOS VALOR»
Lectura: Salmos 8
Existe una ventaja en cuanto a todos esos datos abrumadores. El Dios que creó y sostiene nuestro cosmos lleno de estrellas en su incomprensible vastedad, nos ama. Y no es que simplemente ama a la raza humana como una entidad de miles de millones multiplicados. Nos ama de manera individual. Lo que Pablo exclama como cierto acerca de sí mismo es cierto acerca de cada uno de nosotros en toda nuestra insignificancia: Cristo «me amó y se entregó a Sí mismo por mí» (Gálatas 2:20).
Desde el punto de vista astronómico, somos insignificantes. Peros somos los objetos amados del cuidado de Dios. Si bien no tenemos razón alguna para enorgullecernos, tampoco tenemos suficientes palabras para darle gracias al Señor cuyo amor por nosotros de manera personal se reveló en la cruz del Calvario.
Reflexión: No tenemos nada de qué presumir excepto de que somos el objeto del gran amor de Dios.