Tema: «ESCONDIENDO LA CARA»
Lectura: Habacuc 1:1-5
Dios reacciona de una manera similar ante el mal. Hace muchos años, les advirtió a los israelitas que se alejaría de ellos si se volvían al mal (Deuteronomio 31:18). Ellos lo hicieron, así que Dios cumplió Su palabra (Ezequiel 39:24)
El profeta Habacuc no había abandonado a Dios, pero sufrió junto con aquellos que sí lo habían hecho. «¿Por qué me haces ver la iniquidad – le preguntó al Señor – y me haces mirar la opresión?» (Habacub 1:3).
La respuesta de Dios a Su profeta confundido indica que aun cuando el mal haga que Dios oculte Su rostro, nuestra incapacidad para verle no significa que Él no esté ahí. Dios dijo: «Mirad entre las naciones, observad, asombraos, admiraos; porque haré una obra en vuestros días que no creeríais si se os contara» (v.5). Dios juzgará a Judá, pero también juzgaría a los babilonios invasores por su maldad (ver Habacub 2). Y a través de todo ello, «el justo por su fe vivirá» (2:4).
Cuando los eventos mundiales te lleven a la desesperación, apaga las noticias y vuélvete a las Escrituras. Nuestro Dios santo ha escrito el final de la historia. El mal no prevalecerá.
Reflexión: No te desesperes por causa del mal. Dios tendrá la última palabra.