Tema: «ENTRENANDO PARA LA VIDA»
Lectura: 1 Timoteo 4:1-11
Pablo le dijo a Timoteo que la buena forma espiritual también demanda muchos más que un enfoque relajado para vivir una vida que honre a Dios. En una cultura marcada por la falsa enseñanza, junto con formas extremas de permitirse excesos y abnegación, Pablo escribió: «Disciplínate (entrénate) a ti mismo para la piedad, porque el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida presente y también para la futura» (1 Timoteo 4:7-8).
Nuestros cuerpos y nuestras mentes han de dedicarse a Dios y prepararse para Su servicio (Romanos 12:1-2). La meta no es obtener músculos espirituales sino piedad – una vida que sea agradable al Señor. El estudio vigoroso de la Palabra, la oración centrada y la disciplina corporal; todo, es parte del proceso.
La medida en que entrenamos afecta grandemente a la manera en que corremos nuestra carrera de la vida.
Reflexión: El ejercicio piadoso es la clave para el carácter piadoso.