Tema: «DOS HERMANOS CAPRICHOSOS»
Lectura: Lucas 15:25-32
No puedo identificarme completamente con el hijo pródigo. La «vida desenfrenada» es algo extraño para mí. Pero la actitud con pretensiones de superioridad moral del hermano mayor – eso sí que me es familiar en mi lucha espiritual. Su pecado tal vez fue más grave que el de un estilo de vida abiertamente inmoral. Eso se debe a que estaba oculto – pero fue fácil de reconocer cuando salió a la superficie.
He aquí sus características: Este hermano eligió la ira en vez de la aceptación (Lucas 15:28). Se apartó y «no quería entrar» (v.28). Le dijo a su padre, «este hijo tuyo» (v.30), en vez de llamarle «mi hermano». Claramente se veía que no había experimentado la maravilla de la gracia. Pero el padre amaba incondicionalmente a sus dos hijos. Con el hijo pródigo, corrió para recibirlo. Y con su hijo mayor, «salió… y le rogaba» (v.28).
No hubo una dura reprimenda, tan sólo gozo por el hijo menor y un corazón anhelante por su hijo mayor. ¡Qué cuadro tan maravilloso de cómo Dios nos busca con infinita gracia!
¿En cuál de los dos hijos te ves representado? ¿Has respondido al inmensurable amor de tu Padre celestial?
Reflexión: El amor de Dios cambia a los hijos pródigos convirtiéndolos en santos preciosos.