TEMA: «MENTES CAUTERIZADAS»
TEXTO: 1 TIMOTEO 4: 1 – 5
Cuando el Espíritu Santo vino a nuestro corazón, la mente o conciencia nuestra, que estaba dormida, despertó, y comenzó a funcionar, entonces cada vez que hemos cometido un pecado, o faltado al Señor, la conciencia nos ha reprochado. En tal caso, lo que procede, inmediatamente, es confesar el pecado y pedir perdón. Lo que procede es tomarse de la preciosa sangre del Señor, para que el pecado sea perdonado y la conciencia sea descargada.
La mente o la conciencia es tan sensible que normalmente nos está amonestando cada vez que hacemos algo que desagrada al Señor. Pero hay veces en que nos cansamos de obedecer a la conciencia. Y entonces argumentamos contra ella a favor de nosotros. Y esto se repite una y otra vez.
Entonces llega un momento en que la conciencia deja de hablar. Y, de ahí en adelante, cuando el cristiano obra mal, a él le parece que obra bien. Y si en la familia tuvo un problema con la esposa o con los hijos, no ve necesario pedir perdón. Y si le faltó el respeto al jefe en el trabajo, ya no ve necesario pedirle perdón. Se escabullirá, la dará una sonrisa amable … para no pedir perdón. Y entonces, la conciencia aletargada, entumecida, ya no reacciona, y llega un momento en que está cauterizada.
Mente. (Del lat. mens, mentis).
1. f. Potencia intelectual del alma.
2. f. Designio, pensamiento, propósito, voluntad.
Conciencia. (Del lat. conscient?a, y este calco del gr. ??????????).
1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.
2. f. Conocimiento interior del bien y del mal.
3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas.
4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.
LA MENTE O LA CONCIENCIA SE CAUTERIZA POR:
• Hábitos de Pecados que están arraigados en nuestra vida.
• Por falta de perdón hacia una determinada personas (as).
• Por el acomodamiento Espiritual.
• Por la falta de comunión diaria con el Señor.
• Etc, etc.
Uno podría pensar que un cristiano con una conciencia cauterizada es un cristiano silencioso. Pero no es así. Un cristiano puede tener la conciencia cauterizada, y por causa de que tiene dones, puede seguir predicando, puede seguir testificando, puede seguir orando, es decir, puede seguir haciendo lo mismo de siempre. Está funcionando por los dones, no por la vida. Sus palabras naturalmente no bendecirán, porque no tienen respaldo de vida. Es sólo un címbalo que retiñe.
Los cristianos tenemos una batalla permanente dentro de nosotros, y es ésta: tenemos que mantener la fe y buena conciencia. Tenemos que ponernos del lado de la buena conciencia y no atacarla con argumentos. Cada vez que se encienda una lucecita de advertencia en nuestro corazón tenemos que atenderla.
¿COMO PODEMOS SER RENOVADOS DE NUESTRA MENTE?
• Tener un encuentro genuino con Jesús.
• Practicar una comunión diaria con El, en Lectura de la Palabra y Oración.
• Desechar todo pecado que nos asedia.
• No hacer caso a la critica destructiva.
De cada uno de nosotros depende si dejamos que el enemigo ataca nuestra vida a través de cauterizar nuestra conciencia o si renovamos diariamente nuestra mente en el Señor.
Si queremos vivir una vida que de verdad agrade a Dios debemos de examinar nuestra vida y compararla con lo que la Biblia dice, de esa manera vamos a obtener el favor de Dios y seremos una completa bendición en TODO lo que hagamos.