Temas y Devocionales Cristianos

Los 8 Ingredientes para ser un Buen Pastor

Los 8 Ingredientes para ser un Buen Pastor

Salmos 23

El Salmo 23 es uno de los más grandes capítulos sobre el liderazgo que existe en el Antiguo Testamento. Lo hemos leído tantas veces con un filtro devocional pero hoy quiero ayudarlo a verlo desde un filtro pastoral y de liderazgo. Aquí encontramos ocho ingredientes para ser un buen pastor.

Primer ingrediente: Proveer alimento a las ovejas.

Tenemos la delicada tarea de proveer. Tenemos el desafío y el gozo de proveer alimento a nuestras ovejas. Ellas pueden venir con la seguridad de que van a encontrar algo que las va a nutrir y que van a salir diferentes a como entraron. Una de las cosas que mas me ha sorprendido al ser pastor es preguntar a los pastores como se preparan para su mensaje y he obtenido muchas respuestas. No puedo creer que hayan personas que minutos antes de predicar no saben que van a decir. ¡No se vale! El pastor improvisa la predica y luego nos preguntamos cómo es que las ovejas están desnutridas. Yo prefiero que se las ovejas vayan con ganas de regresar, a que estén allí horas deseando irse y nunca mas regresar. Nuestra tarea es proveer alimento a las ovejas.

Siempre que preparo un mensaje busco tres cosas. Primero, tiene que ser un mensaje práctico. Tiene que ser algo que la gente pueda usar. La mayoría de la gente en mi congregación no quiere saber de los cuatro jinetes del Apocalipsis, ellos necesitan saber qué hacer con su esposo que las golpea, qué hacer con su hijo que usa drogas, cómo vivir con la realidad de que su hijo murió, necesitan algo que puedan usar en su vida diaria. Una de nuestras tareas es enseñarles cosas prácticas para vivir la vida cristiana.

La segunda cosa que yo busco en mis mensajes es que tiene que ser algo relevante. ¿Qué está pasando en el mundo? Demasiadas veces predicamos cosas que no están contestando las necesidades que las personas tienen. Por ejemplo, el Latino Americano cristiano no sabe como utilizar el dinero. Tenemos que enseñarles a manejar su dinero para que puedan prosperar y Dios los pueda bendecir. Tenemos que contestar las preguntas relevantes a su vida diaria. Tenemos que usar un vocabulario que todas las personas entiendan para que regresen y luego poder enseñarles las profundidades de la Palabra de Dios.

La tercera cosa que busco es que tiene que ser una palabra divertida. El humor abre corazones que ninguna otra cosa podría abrir. Hay gente que viene a mi congregación por meses y aun no han recibido a Jesús en su corazón, tarde o temprano van a hacerlo. Dejemos de predicar para impresionarnos los unos a los otros, prediquemos para alimentar a las ovejas. Nuestra tarea es proveer alimento al pueblo y ayudarles en sus necesidades relevantes. Por eso cuando yo preparo un mensaje uso el «P.R.D.» – practico, relevante, y divertido.

Ingrediente número dos: Darle descanso a las ovejas

Tenemos ovejas cansadas y trasquiladas. Muchas veces por nosotros mismos porque como visionarios y pastores tenemos una nueva idea cada mañana y los hacemos correr y cambiar constantemente. Necesitamos continuidad para que la gente pueda tener descanso. Hay un momento en que nosotros como líderes tenemos que balancear el programa para que la gente pueda vivir en el descanso del Señor. Venimos de una cultura de trabajar, una cultura que dice que entre más trabajamos mas espirituales somos, pero también les tenemos que dar descanso.

Ingrediente número tres: Dios nos llama para confortar

Le voy a pronosticar dos cosas que van a pasar en los próximos años: Los líderes que usan la herramienta de la esperanza y del consuelo serán los líderes que ganaran a su ciudad para Cristo. La generación que viene es una generación que busca esperanza y consuelo. Estas serán las dos palabras que si las usas con la unción del Espíritu Santo alcanzaran su ciudad para Cristo.

Ingrediente número cuatro: Guiar al pueblo

Nuestra tarea como pastor es guiar al pueblo, estar delante de ellos mostrándoles como va a ser el DIA de mañana. Debemos de recordarle a la gente constantemente de que su mañana será mejor que hoy. Guíe a sus ovejas, no las arree. Vaya delante de ellas, no detrás empujándolas. Las ovejas deben de ir detrás de usted contentas, porque quieren, no porque las forras. Nuestra tarea es pintar un cuadro en su mente como va a ser el DIA de mañana. Yo sueño con una América Latina sin corrupción, con jóvenes con la frente en alta, libre de alcohol, donde nuestros jóvenes cristianos están gobernando. Yo sueño con una América Latina diferente a la que tenemos hoy. Todo el mundo ya sabe como fueron las cosas, no se las recuerde. Todo lo que tenemos que conquistar esta en nuestro futuro. Tenemos que costarles a las ovejas el camino para que no caigan, y como ser mejores y campeones. ¡Que privilegio hacer esto! Si usted esta detrás de sus ovejas cambie de posición. Pongas delante de ellas, muéstreles por donde deben de caminar. Esto es el liderazgo.

Ingrediente número cinco: Proteger

Yo sueño con el día en que la gente de nuestra congregación diga «Pastor no tengo ningún temor porque usted me lleva la delantera.» Yo sueño con el DIA en que ya no tenga temor por lo que pueda suceder. Debemos protegerlas, abrazarlas, velar que no haya ningún lobo que se las quiera comer. El diablo no anda con rodeos, el ataca directo. El anda buscando de qué manera se va a devorar a las ovejas. Nuestra tarea es protegerlas y cuidarlas antes de que llegue la calamidad. Estamos para proteger y cuidar no para señorear. No concibo que haya pastores que prohíban gente a participar de algún evento. ¿Acaso no sabemos que lo que nos toca es alimentarles y dejar que Dios se glorifique en ellos? Esto no es protección, es autocratismo. ¿Qué nos creemos para decirle a la gente que hacer y no hacer? Eso no es proteger, eso es ser dictador. Dios no nos llamo a ser dictadores, el nos llamo a ser pastores.

Ingrediente número seis: Corregir

Nos toca la tarea de corregir. Todos tenemos que corregir, pero la parte que nunca hemos leído es que esa corrección debe de infundir aliento. Que distinto es utilizar la disciplina para que al final la oveja salga alentada. Hoy en día, cuando el pastor corrige a la oveja le infunde terror y no aliento. Tenga misericordia de las ovejas. Están golpeadas por la vida, por sus deudas, no los golpee usted también. Deje de golpear a las ovejas. Yo tengo un hijo, Jonathan, tiene 15 años. Cuando el tenia 7 años me di cuenta de algo que me afecto profundamente: cuando lo llamaba el se ponía a temblar. Cada vez que yo lo llamaba era para disciplinarlo, y esa no era la relación que quería con mi hijo. Yo quiero tener una amistad con el. Si lo he tenido que corregir, pero he cambiado la manera de hacerlo. Ahora tiene 15 años y es uno de mis mejores amigos. No cambiaria nada en el mundo por eso.

Si usted no sabe como vienen sus ovejas cuando usted las llama, pregúntele a alguien al que tiene la confianza de preguntarle. Si no lo tiene, esta en una posición peligrosa, busque a alguien porque si no pronto veremos su caída. Si las ovejas vienen a usted temblado pídale a Dios hoy mismo que el cambie su corazón. Yo quiero ser un pastor que infunde aliento no terror.

Ingrediente número siete: Servir a las ovejas

Es nuestra tarea servir, aderezar la mesa, ponernos el delantal. Jesús nos dejo el ejemplo. Lideres que no sirven, no sirven para liderar. En los últimos 5 años han salido más libros que nunca acerca de Jesús como líder/siervo. El problema es que no lo practicamos. Hay líderes que se están sirviendo del ministerio en lugar de servir el ministerio. Hay personas que están en el ministerio por las razones equivocadas. Si usted esta en el ministerio por las ofrendas, mejor venda tacos, le va a ir mejor. Estamos para servir a las ovejas. Yo estoy adicto a ver que la gente cambia con la palabra de Dios, no importa lo que me den, lo único que quiero ver es vidas cambiadas.

Ingrediente número ocho: Ungir a nuestras ovejas

Debemos dejar que la unción fluya a través de nosotros, y a las siguientes generaciones. ¡Hay de aquel líder que no este levantando líderes! Necesitas la unción del Espíritu Santo para poder ser el pastor a la altura de la medida del varón perfecto.

Autor: Marcos Witt