TEMA: «EL CORAZÓN»
TEXTO: PROVERBIOS 4:23
Cuando hablamos de corazón se nos puede venir a la mente tantas cosas como por ejemplo: un paro cardiaco, una operación, una época, un relación sentimental, un fracaso, etc. Pero rara vez al escuchar la palabra Corazón la relacionamos con lo espiritual.
Muchos de nosotros nos preocupamos por lucir muy bien en nuestra forma de vestir, en nuestro peinado, nos preocupamos por usar una loción fina, de comprar zapatos de la mejor marca o andar a la moda con el ultimo teléfono celular que halla salido al mercado, Pero ¿Alguna vez te has preocupado por lucir bien no solo en tu exterior, sino también en tu interior?.
Muchos de nosotros nos preocupamos cuando sentimos cierto dolor en nuestro corazón y de inmediato nos hacemos todos los chequeos necesarios para evitar cualquier enfermedad que pueda venir a nuestra vida.
Pero mas halla de todo eso la pregunta mas importante seria: ¿Alguna vez te has preocupado por que tu corazón sea conforme al corazón de Dios?, ¿Te has preocupado por guardarlo de las asechanzas del enemigo?, ¿Te has preocupado por tener una forma de vida que agrade a tu Señor y Salvador? ¿Si?, ¿No? Pues de eso te quiero hablar en esta ocasión.
¿CÓMO LO DEFINE LA BIBLIA?
Corazón es un término que se usa figuradamente en las Escrituras para designar el centro, la totalidad o la esencia de todas las cosas o actividades. En particular se refiere al centro de la personalidad del hombre. Mediante una fácil transición esta palabra vino a significar toda la actividad mental y moral del hombre, incluyendo tanto sus elementos racionales como emocionales. En otras palabras, se usa el corazón de manera figurada para denotar las corrientes escondidas de la vida personal.
La Biblia declara que la depravación humana halla su asiento en el «corazón», debido a que el pecado es un principio que halla su asiento en el centro de la vida interna del hombre, contaminando por ello todo el círculo de sus acciones (Mt 15.19,20). El corazón, al estar tan en el interior, contiene al «hombre interno» (1 Pedro 3.4); esto es, al hombre real.
¿COMO PODRÍAMOS DEFINIR A UNA PERSONA CON LIMPIO CORAZÓN?
Tenemos que dejar muy claro algo, nadie ha sido constituido como juez para poder condenar a alguien. Definitivamente el único Juez Justo se llama Jesucristo, pero no podemos negar que una vida con un corazón limpio será una vida que exteriormente da testimonio de lo que Jesús ha hecho en su vida. Es por ello que te damos ciertas razones por las que te invitamos a que te hagas un auto análisis de corazón y si después de esto consideras que tienes limpio tu corazón déjame decirte que estas agradando a Dios.
Una Persona con Corazón Limpio:
1. No tendrá rencor, odio, resentimiento o cualquier sentimiento negativo: Claro que un corazón en perfecto estado no podría anidar ningún sentimiento negativo, ya que su misma salud espiritual lo llevara a solucionar, perdonar o admitir los errores.
2. Es Humilde: Es un característica esencial de una persona con corazón en perfecto estado, ya que su objetivo no es obtener beneficios propios sino mas bien beneficios que vayan encaminados a exaltar el nombre del Señor.
3. Alaba y Glorifica el Nombre del Señor: Es una persona que no es emocionalista, sino mas bien se goza alabando a su Señor sin prejuicios y sin obstáculos. Es una persona que siempre esta dispuesta a Exaltar el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.
4. Es una persona que Sirve en la obra: Una persona que tiene su corazón limpio es una persona que demostrara su agradecimiento sirviendo. Y claro que ese servicio que realice será de lo mejor, puesto que su vida consagrada a Dios hará cumplir lo que Colosenses 3:23-24 dice: «Y todo lo que hagáis hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombre».
5. Dará Testimonio: Es decir que su vida denotara esta salud espiritual, cada palabra o cada acción que realice mostraran su consagración, las personas notaran el respaldo de Dios es su vida.
Podría mencionar muchas mas características que una persona con un Corazón Integro Consagrado a Dios tiene que tener, pero no es el punto. El punto es que cada uno de nosotros sabe muy bien como esta nuestro corazón, cada uno sabe que situaciones están lastimando nuestro corazón y que no están permitiendo que nuestro corazón sea conforme al corazón de Dios.
CORAZÓN DE PIEDRA.
Hay muchas personas que han convertido su lindo corazón en un corazón de Piedra, es decir un corazón que no siente, un corazón el cual no le interesa agradar a Dios, en pocas palabras están viviendo un acomodo espiritual el cual tarde o temprano los llevara a la derrota espiritual.
No es posible que tu estés cayendo en este error, analiza que fue lo que convirtió tu corazón en un corazón de Piedra y vuelve a Jesús. Posiblemente tu seas una persona que has caminado con Jesús, pero en el interior sabes que tu corazón ya no es el mismo, sabes que aquel corazón sensible de antes se ha convertido en uno de Piedra que no permite que ni siquiera una lagrima salga de tus ojos. A lo mejor solo tienes recuerdos de cómo era tu corazón, porque una persona en un momento determinado lo daño, lo destruyo, o el mismo descuido espiritual estropeó tu caminar y se paso llevando el corazón integro que Dios quería en tu vida.
No es momento de llorar por los errores del pasado, no es momento de echar culpas ni mucho menos de no perdonarte las malas decisiones que un día tomaste las cuales causaron que tu corazón sencillo se convirtiera en un de piedra.
Es momento de volver a aquel que trasformo tu vida, aquel que hizo de tu corazón un corazón sencillo y sensible. Es momento de perdonar y perdonarte. Es momento que ahí en donde estés oyendo o leyendo esto rindas tu corazón herido o maltratado, es momento que hables con el único que te comprende, con el único que te ama con amor eterno, con el único que se preocupa por ti, aquel que permitió que este día llegara esta palabra a tu vida, aquel que en este momento esta hablándote porque te ama, porque eres importante para el, porque anhela estar contigo en intimidad, anhela escucharte, anhela verte sonreír de nuevo, anhela usarte. Es hora que te rindas a JESÚS el único que puede sanar tu Corazón.
Autor: Enrique Monterroza