Suelta tu Benjamín

Tema: Suelta tu Benjamín

Texto: Génesis. 42: 1 – 5

1Viendo Jacob que en Egipto había alimentos, dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando? 2Y dijo: He aquí, yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá, y comprad de allí para nosotros, para que podamos vivir, y no muramos. 3Y descendieron los diez hermanos de José a comprar trigo en Egipto. 4Mas Jacob no envió a Benjamín, hermano de José, con sus hermanos; porque dijo: No sea que le acontezca algún desastre. 5Vinieron los hijos de Israel a comprar entre los que venían; porque había hambre en la tierra de Canaán.

¿Quién era Benjamín? Dice la Biblia que era el último de los hijos de Jacob, el que tuvo en su vejez, y por lo que declara este pasaje de la Palabra de Dios, se convirtió en el hijo más querido de Jacob.

Veamos ¿en qué circunstancias nació este último hijo de Jacob? Gn. 35:16 –18

16Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. 17Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo. 18Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.

El nacimiento de Benjamín causó la muerte de su madre Raquel, y ella antes de morir le puso por nombre Benoni, que significa: hijo de mi tristeza, pero su padre le cambió el nombre y decidió llamarle Benjamín, que significa: hijo de mi mano derecha. (Un hijo apreciado)

Note ésto, Benjamín nació pero murió Raquel su madre, en otras palabras, el nacimiento de Benjamín costó un precio muy alto, la muerte de su madre. La idea es ésta, para que nazca un Benjamín ( una bendición apreciada ) tiene que morir una Raquel ( otra bendición apreciada ) pero que ya cumplió su ciclo.

Las bendiciones que Dios nos da, eventualmente cumplen su ciclo y mueren, y por más dorado que haya sido su impacto sobre nosotros, tenemos que estar dispuestos a dejarlas morir, ¿Por qué? Porque cuando Dios dispone que una bendición se vaya de tu vida porque cumplió su ciclo, eso significa que una nueva está por nacer.

Sin embargo esta verdad no es bien recogida por todos y algunos presentamos resistencia y queremos seguir manteniendo con vida lo que ya está muerto, el peligro con esta actitud, es que ignoramos que al seguir reteniendo lo que ya se debe ir, no podemos recibir lo que está por venir.

Veamos ¿cuál fue la reacción de Raquel en cuanto al nacimiento de Benjamín?.

Benjamín fue el último hijo que tuvo Jacob, pero su nacimiento estuvo rodeado de mucho drama, porque el nacimiento de Benjamín significó la muerte de Raquel, ya que ella murió en el parto.

Mientras ella moría alcanzó a ponerle nombre al niño y lo llamó Benoni que significa hijo de mi tristeza, pero cuando su padre lo supo revocó esa orden y lo llamó Benjamín que significa hijo de mi mano derecha.

Veamos ¿qué lección envuelve esto? Benjamín es el último hijo del patriarca, es decir, representa la generación nueva, pero su madre lo llamó Benoni por el dolor que le produjo.

Raquel aquí representa dos cosas, primero representa la generación que termina, es decir tuvo su espacio y su tiempo, pero ahora su tiempo se acabó y necesita al igual que Moisés y que Elías ceder el manto, el problema con Raquel es que se niega a hacerlo.

Pero por otro lado, Raquel representa a la iglesia cuya vida sólo conoce el dolor y por causa del dolor maldice lo que da a luz, pero su padre revocó ese nombre y lo llamó Benjamín, este representa a Dios el Padre y a todos los padres de la fe que no reniegan de su descendencia aun cuando en su momento les haya causado dolor.

Las generaciones nuevas adolecen de experiencia, hay circunstancias en las que no se saben manejar, pero a pesar de ello es nuestra descendencia y no la podemos etiquetar y maldecir con nuestros prejuicios basados en nuestros fracasos y en nuestras tristezas.

Jacob sabía que el niño que acababa de nacer, le arrancó a su amada esposa, pero también sabía que ese mismo niño podría más tarde convertirse en su mano derecha.

Esta debe ser la misma visión con la que los mayores en la fe deben ver a la nueva generación, es posible que algunos de esos jóvenes te ocasionara más de una tristeza hoy, pero sólo Dios sabe si ese hijo que hoy te hace llorar mañana será tu alegría, tu sostén y tu gloria, cuando te apoderas de ese pensamiento no sólo te sanas de tus heridas sino además ganas para ti un Benjamín, es decir, una bendición apreciada.

Déjeme enseñarle algo más, en el libro de los Salmos 127:4 y 5 dice: Como saetas en mano del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud. 5) Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.

Dice este versículo que cuando un hombre procrea hijos desde su juventud será bienaventurado, ¿por qué? El mismo versículo 5 responde, porque no será avergonzado cuando hablare con sus enemigos en la puerta.

¿Qué significa esto? Que cuando un hombre cría a sus hijos desde joven, cuando este ya sea un viejo, no se sentirá desamparado y a merced de sus enemigos, sino que cuando él ya no se pueda defender, eso no será un problema para él, porque tendrá muchos hijos fuertes y jóvenes que lo hagan por él.

Si eso es así en el plano de la familia, también lo es en el plano de la iglesia, cuando una iglesia no considera importante la presencia y participación de sus jóvenes, se pierde la oportunidad de sentirse respetada y protegida por la juventud y fortaleza de sus jóvenes.

Ocasionalmente vamos a ver a nuestros mayores en la fe expuestos a circunstancias donde se requiere de la ayuda de sus jóvenes para que puedan salir bien librados de algunas dificultades.

Veamos el caso de David, cuando ya no era muy joven, casi cae muerto en manos de Isbi Benob uno de los descendiente de los gigantes pero Abisai hijo de Sarbia acudió en su ayuda y mató al gigante y salvó a David de una muerte segura. Por eso los hombres le dijeron nunca más saldrás con nosotros a la guerra, no sea que se apague la lámpara de Israel. 2Samuel 21:16

De la misma forma las generaciones nuevas deben proporcionar a sus mayores en la fe la misma protección que algunas circunstancias requieren.

Ahora veamos qué hacía especial a Benjamín, Jueces 3: 15; Jueces 20: 16; y otros pasajes más de la Biblia dicen que los Benjamitas sino todos la mayoría eran hombres zurdos, es decir, eran diferentes.

La palabra Benjamín significa hijo de mi mano derecha pero curiosamente la mayor parte de los Benjamitas o cuando menos una gran parte de ellos eran zurdos, eso es lo que los hacía especiales, ¿sabía usted que los zurdos concentran mayor fuerza en su brazo izquierdo que los diestros en su brazo derecho?

Además de eso la destreza, habilidad y precisión de los zurdos en el arte, en el deporte y en lo académico es notable.

La Biblia dice: que el primer Rey de Israel Saúl era de la tribu de Benjamín, y el más grande de los apóstoles, el de la mente más brillante y de sus escritos más profundos, el apóstol Pablo, era de la tribu de Benjamín.

Veamos algo más, Génesis 48: 27 dice: Benjamín es lobo arrebatador; A la mañana comerá la presa, Y a la tarde repartirá los despojos.

Otras versiones de la Biblia dicen, Benjamín es lobo cazador, que por la mañana caza la presa y por la noche reparte sus despojos.

Esta es una descripción muy interesante de cómo actuaban los benjamitas, los benjamitas podían estar todo el día en circunstancias difíciles, pero por la noche estaban en celebración, por la mañana podían estar en guerra pero por la noche estaban en victoria.

Los benjamitas de Dios son así, por la mañana están todo el día peleando sus batallas espirituales para lograr la bendición, pero por la noche llegan a la casa de Dios a celebrar que derrotaron a satanás y lo despojaron de muchas almas.

Ahora, volvamos a la historia de Jacob, el niño Benjamín se ha convertido en la alegría de Jacob, al parecer toda su felicidad gira en torno a ese niño, él se ha convertido en su sol y su luz, el vive para disfrutar a ese niño y no esta dispuesto a correr ningún riesgo con él.

Al parecer algo empezó a andar mal, el niño Benjamín era el hijo que Dios le dio a Jacob en su vejez para paliar el sufrimiento de haber perdido a su hijo José y ahora a su esposa Raquel, pero sin darse cuenta sus sentimientos hacia el niño se habían salido de control.

Y cuando nuestras emociones se salen de control con relación a las bendiciones que Dios nos da, El tiene que ayudarnos a reencontrar el camino y poner nuestras emociones en orden.

Veamos lo que Dios hizo Génesis 41: 53 – 54

53Así se cumplieron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto. 54Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto había pan.

En aquellos días vino el hambre profetizada por José que afectó a toda la tierra, y Jacob envió a sus hijos a Egipto a comprar víveres, pero como era de esperarse no envió a Benjamín por temor a que algo le pase.

Pero dice la Biblia que cuando los hermanos llegan a Egipto por víveres, José los reconoció, y planeó una trampa para ellos, los acusó de espías y los metió en la cárcel, aunque todo esto era parte del plan de José para luego darse a conocer, sin embargo realmente era el plan de Dios para tratar con las emociones descontroladas de Jacob hacia su hijo Benjamín.

Por la confesión de sus hermanos José descubre que tiene un pequeño hermano llamado Benjamín, y les propuso que regresaran a la casa de su padre Y trajesen a Benjamín con ellos para dejarlos comprar y para liberar a su hermano Simeón.

Cuando su padre se enteró de la propuesta de José de llevar a su hijo Benjamín para que puedan comprar y para dejar libre a su otro hijo Simeón su respuesta fue un rotundo no.

Jacob no estaba dispuesto a dejar ir de su vida al hijo que era la razón de su felicidad, sus emociones estaban fuera de control y no estaba dispuesto a soltar a Benjamín. Sin embargo el hambre continuaba y los víveres escaseaban

Esto mismo sucede hoy con frecuencia, Dios nos bendice con muchas bendiciones, y ocasionalmente lo hace con cosas o personas que para nosotros adquieren una importancia más allá de lo correcto.

Y si hay algo que nadie puede hacer sin ofender a Dios, es poner en su corazón cosas o personas, en un sitial de importancia más allá de Dios.

Cuando esto sucede, entonces todo empieza a andar mal, El hambre aparece en forma de crisis, de desempleo, de enfermedad, de deuda, e incluso perdemos seres queridos y algunas de nuestras promesas quedan encarceladas y no saldrán de allí hasta que soltemos nuestro Benjamín.

Allí no hay oración que surta efecto, no hay forma de que seas escuchado no hay autoridad, no hay fe, no hay poder que haga ir el hambre o te saque de la cárcel y de la crisis, lo único que funciona es soltar a tu Benjamín.

Veamos ¿que hizo Jacob? Cuando toda la comida se acabó y no había nada que comer, Jacob dijo: llevadlo, y cuando lo llevaron a Egipto José lo trató con gran aprecio y luego se reveló a ellos y lloró con sus hermanos.

Dios amaba a Jacob y tenía que ayudar al viejo patriarca a salir de su crisis, para ello diseñó una estrategia, el hambre. La obstinación de Jacob fue alimentada por su orgullo, pero el hambre se encarga de postrar cualquier orgullo y altivez.

Cuando el orgullo aparece en el corazón de un hombre, Dios permite que se levante contra ese orgullo un poderoso enemigo que lo derrote, ese enemigo se llama el hambre. El hambre es para el orgullo lo que una plaga de langosta es para las cosechas, no deja rastro de ella.

Cuando el orgullo de Jacob fue derrotado por el hambre Entonces el hambre se fue, y no sólo a Jacob le fue restituido su hijo Benjamín sino además a su amado hijo José.

Esto es lo que muchos cristianos no entienden, cuando Dios te pide que sueltes algo que El te ha dado pero que estás administrando mal, no te lo pide para quedárselo, sino para regresártelo en el momento que ya estés listo para administrarlo mejor.

Jacob soltó a un hijo y le fueron devuelto dos, por supuesto, cuando demuestras fidelidad administrando poco, Dios te califica para administrar mucho.

Benjamín representa las emociones perdidas, pero José representa la prosperidad anhelada. Dice la Biblia que José no se dio a conocer a sus hermanos sino hasta que su padre dejó ir a Benjamín.

La prosperidad anhelada de un creyente, no llega en cualquier momento de su vida, esta sólo se da a conocer, cuando nuestro Benjamín es soltado. Cuando estás listo para administrar bien tus emociones, entonces estás listo para administrar bien tus riquezas.

Dios no anda por ahí botando y desperdiciando sus bendiciones, entregándolas al azar a cualquiera para ver que sucede, El sólo las entrega a personas calificadas que han permitido que el Espíritu Santo las procese, las perfeccione y las santifique.

Jacob no volvió a ver a José después que lo dieron por muerto, sino hasta 22 años después que éste se presentó ante él. Escucha tu prosperidad no será manifestada en cualquier momento de tu vida, sino hasta que todo el proceso de Dios se haya cumplido en ti, así esto le tome a Dios 22 años de tu vida.

Por último, Jacob y toda su familia fue invitada por Faraón a vivir en Egipto, pero la tierra que le asignaron a Jacob y a su familia para vivir no fue cualquier tierra sino la tierra de Gosén, que era la mejor tierra que había en Egipto.

Hay un Gosén esperando por hombres y mujeres que están dispuestos a soltar los benjamín de sus vidas, hay un Gosén que está invitando a venir a todos los que se atreven a dejarse procesar por el Señor.

Por muchos años has buscado salir adelante por tus propios medios, y has tocado puertas una y otra vez sin éxito, suelta tu Benjamín y te aseguro no tendrás que buscar más tu Gosén, Gosén te buscará a ti y te encontrará.

Los hombres que no sueltan su Benjamín, viven la vida entera buscando bendiciones, pero a los que los sueltan, las bendiciones los siguen a ellos y no sólo los siguen, sino que además los alcanzan.

Autor: Alfredo Campoverde

Escrito para www.destellodesugloria.org

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