Dios rechaza el pecado, pero no rechaza un pecador arrepentido

Dios rechaza el pecado, pero no rechaza un pecador arrepentido 

arrepentidoExisten personas que a estas alturas de la vida siguen preguntándose por qué existe el mal y por qué si Dios es tan poderoso, el mal no ha sido erradicado por completo; es más, algunas personas prefieren conformarse con decir que el mal siempre ha existido y que nunca dejará de existir, la buena noticia es que el mal sí dejará de existir para siempre con la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, y en paz con él. 2 Pedro 3:14 (Nueva Versión Internacional).

Así como existe el bien existe el mal, así como existen los cielos existe la tierra, así como existe Dios existe Satanás. Sin embargo muchas personas todavía lo creen un mito, no creen que exista el infierno y adoptan por infierno este mundo debido a la maldad que en él se ve manifiesta, pero están muy alejados de la verdad que Dios nos muestra a través de su palabra. Algunas personas todavía no han querido comprender que existe un mundo natural y un mundo sobrenatural, y este mundo sobrenatural es real y en él también se hace presente lo bueno y lo malo.

Satanás siendo el gobernante de esta tierra y dios del mal, actúa con poder sobrenatural y es fácil probarlo, sencillamente si él no existiera tampoco existiría el pecado ni la influencia malvada que tiene en la vida de las personas para llenar sus corazones de maldad y apartarlas del Dios Omnipotente “Jehová”. Si todos reconociéramos a Dios y le temiéramos como nos lo indica su divina palabra, sería el amor de Dios el que reinaría entre nosotros y las cosas serían totalmente diferentes,  aunque muchas personas prefieren escudarse en la necia justificación de culpar a Dios de todo lo malo, cuando el fruto del mal está en nuestro corazón a causa del pecado.

Cuando Dios nos creó, nos dio libre albedrío, Él no es egocéntrico como lo es Satanás, que a costa de lo que sea pretende que las personas se inclinen ante él; precisamente esta es una de las razones por las cuales el pecado está presente en la sociedad que nos rodea, pues Satanás se vale de muchas cosas que para el hombre aparentemente no son tan malas, pero al final llevan a su destrucción y lo peor a perder la posibilidad de disfrutar en un futuro de las riquezas del reino de los cielos, de la salvación y la vida eterna. El objetivo principal del reino de las tinieblas y su príncipe Satanás desde que Dios creó al hombre, es que mientras más aferrado lo tenga a las cosas de este mundo, para él mucho mejor, pues el hombre estará alejado de Dios e inclinado ante sus oscuras intenciones.

Así que, hermanos, el mal existe porque somos pecadores, porque decidimos hacer el mal en lugar de hacer el bien, porque escogemos caer en las trampas de Satanás, en lugar de obedecer la voluntad del Señor. Nosotros podríamos ser destruidos por Dios en este mismo instante, pero Él en su infinito amor y misericordia anhela que nos arrepintamos y volvamos a sus pies, nos quiere evitar el sufrimiento eterno, Él anhela que disfrutemos de su gloria por toda la eternidad.

Dios rechaza el pecado, pero no rechaza un corazón contrito y humillado, Dios no nos rechaza cuando le confesamos nuestra condición de pecadores, Él no dejará sin misericordia a quien lo busca de corazón. “Él no envió a su Hijo Jesús para condenar sino para salvar a todo a aquel que en Él crea, Juan 3:16. Les digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente, Lucas 15:10. El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido, Salmo 51:17”.

Entonces, si Dios no nos rechazó, no rechacemos nosotros a las personas que todavía no tienen a Jesús en su corazón, no tenemos ningún derecho de juzgar a otros por los pecados o errores que cometen, nosotros no somos quién para juzgar, nosotros somos salvos es por gracia y no por obras, que no se nos olvide. Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Romanos 3:23-24 (Nueva Versión Internacional)”.

A Dios le interesa rescatar a todos aquellos que están inmersos en la oscuridad, que están destruyéndose espiritual, física y emocionalmente. Dios nos da el privilegio a través de su Hijo amado Jesús, de recuperar nuestra vida, por eso, nunca rechaces a las personas, Dios ama a las personas y odia el pecado, podríamos decir que existen muy malas personas, pero recuerda que en realidad lo malo es el pecado que hay en ellas. Dios no nos creó con maldad, ha sido Satanás quien ha ensuciado nuestro corazón, nuestra mente y nuestro cuerpo, pero hemos sido nosotros los que le hemos dado esa autoridad, somos nosotros los que decidimos pecar.

Oremos por todos aquellos que se encuentran en las garras del ejército de las tinieblas, oremos en el nombre de Jesús que es todo poderoso para que los hombres de este mundo reconozcamos su sacrificio y rindamos alabanza y gloria a su Nombre. Que cuando Él regrese seamos más los salvos que los perdidos, que su ejército crezca hasta usurpar el reino de las tinieblas.

Nunca odiemos ni despreciemos a las personas que se encuentran a nuestro alrededor por sus pecados, odiemos el pecado, oremos por esas personas para que encuentren la luz y sean tan felices como lo estamos siendo nosotros por la gracia y la bondad de Dios. Muchos de ellos piensan que no pasa nada malo si se vive en acuerdo con las cosas de este mundo, pero es una mentira más del enemigo, que sea el Espíritu Santo quitando la venda de sus ojos y volviéndolos a los pies de aquel que dio su vida por ellos así como por nosotros, el único Salvador “Jesucristo”. 

Cuando los fariseos vieron esto, les preguntaron a sus discípulos: ¿Por qué come su maestro con recaudadores de impuestos y con pecadores?  Al oír esto, Jesús les contestó: No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos.  Pero vayan y aprendan lo que significa: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios. ”Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores. Mateo 9:11-13 (Nueva Versión Internacional). 

¡Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado!

Mateo 3:2

Autora: Marisela Ocampo Otálvaro

Escrito para www.destellodesugloria.org

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