La enfermedad en el contexto bíblico

¡LA ENFERMEDAD EN EL CONTEXTO BÍBLICO!

 

TEXTO BÍBLICO: ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor (Santiago5: 14).

INTRODUCCIÓN: ¿la enfermedad es un castigo divino, Consecuencias del pecado, Permisividad divina, Normalidad de la vida? ¡Analicemos algunos casos registrados en la Biblia y saque sus propias conclusiones!

  1. Naamán el Sirio (2 Reyes 5: 14-15.) [Sano de una lepra].
  2. El profeta Eliseo (2 Reyes 13: 1, 20, 21). [Enfermó y murió].
  3. El rey Ezequías (2 Reyes 20: 1-11; Isaías 38: 1-22). [Dios lo sanó de una llaga].
  4. Job (42: 10-17) [Dios lo Sanó de una sarna maligna].
  5. El apóstol Pablo (Gálatas 4: 12-15; 2 Corintios 12: 7-10). [No fue sanado de la enfermedad de los ojos y le quedó como aguijón, para que no se exaltase desmedidamente].
  6. El Joven Timoteo (1 Timoteo 5: 23). [No sabemos con exactitud si fue sanado de sus problemas estomacales y frecuentes enfermedades].
  7. Epafrodito (Filipenses 2: 25-30). [Por la misericordia de Dios no se murió de la enfermedad (desconocida) que tenía].
  8. Lázaro (Juan 11: 1-5). [Murió enfermo y Cristo lo resucitó].
  9. Trófimo (2 Timoteo 4:20). [Enfermedad desconocida].

CONCLUSIÓN: Pablo dijo: ¿Quién enferma y yo no enfermo? (2 Corintios 11:29).

“Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos: Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios” (Juan 9: 1-3).

¿Se enferman solo los pecadores? ¿Y los Santos del Señor?

No nos convirtamos en jueces de nuestros hermanos que se encuentran en enfermedad (como los “amigos” de Job).

¡Más bien oremos por ellos y si está en los planes de Dios, Él les dará la sanidad!

Démosles ánimo: “En la enfermedad, el ánimo levanta al enfermo; ¿pero quién podrá levantar al abatido” (Proverbios 18: 14). (NVI).

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad” (1 Juan 1: 2).

¡AMÉN QUE SÍ! ¡MANOS A LA OBRA!

Autor: PrediCantor

Preparado para: www.destellosdesugloria

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