Desde hoy, las cosas son diferentes

Desde hoy, las cosas son diferentes

desde hoy las cosasAlguna vez te has preguntado: ¿por qué tanta escases, enfermedad, miseria, violencia, tristeza y sufrimiento? Desde que nacemos Satanás trata de obstaculizar las bendiciones de Dios en nuestra vida a costa de lo que sea, él se empecina con nosotros para impedir que permanezcamos en la gloria de Dios y robarnos de esta manera, el perdón, el amor, la gracia, la paz, la dicha, el gozo y la prosperidad que viene de parte de nuestro Padre.

Soy una hija de Dios, Él me adoptó como su hija cuando Jesucristo pagó el precio por mí en la cruz; y lo mismo hizo por ti, su Hijo unigénito dio su vida por ti para que accedas a las riquezas del reino celestial, siendo la más importante “la salvación de tu alma”. Si crees en su Hijo y has sido sellado con su Santo Espíritu, tienes la identidad de un Dios Todopoderoso, grande en amor y en justicia, Santo y Majestuoso; entonces, ¿por qué te conformas con lo que eres, con lo que haces y con lo que tienes? Puedes ser mucho mejor, puedes hacer cosas más grandes, puedes tener la victoria en cada área de tu vida si te propones alcanzarla en Cristo Jesús, nuestro Señor.

Nosotros tenemos autoridad en Cristo Jesús, para dominar y deshacer toda obra del maligno que trate de quitarnos lo que nos corresponde como hijos de Dios; por eso, te invito a proclamar con tu espíritu un grito de júbilo que ocasione el rompimiento que tanto necesitas en este momento, que sea el Espíritu Santo de Dios haciendo la obra sobrenatural en ti, si lo crees, si tienes fe, termina por orar con todas tus fuerzas, así: “decido ser quien Dios quiere que sea, decido vivir conforme a su voluntad, decido vivir en santidad, decidió vivir en rectitud y justicia, decido vivir en la verdad; decido vivir por fe y no por vista, decido vivir en lo sobrenatural. Hoy acuso a Satanás delante del Padre Celestial, de ladrón y usurpador, y por el poder de la sangre de Jesucristo y de su resurrección, me declaro libre de toda atadura, de todo aquello que no pertenece a Dios.

Señor, anhelo que los derechos de primogenitura celestial se hagan vivos y reales en mi vida desde ahora mismo; tú mi Dios, me has hecho coheredera con Jesucristo, por su gracia me has limpiado, perdonado y restaurado. Mi mayor deseo Papito Dios, es que el reino celestial se establezca en mi vida y para siempre en su totalidad, te pido que éste deseo de mi corazón me sea concedido por tu gran misericordia y amor. Desde hoy las cosas son diferentes porque yo empiezo a cambiar, que sea tu gracia y tu misericordia Señor, dándome las fuerzas que necesito para lograrlo, porque quiero tu nombre alabar en todo momento y en todo lugar, amén y amén”.

Desde hoy, las cosas son diferentes; renunció al pecado, renuncio a todo aquello que me aparta de Dios, desde ahora en adelante todo lo que Dios quiera para mí, yo lo recibo en el nombre de Jesús, todas las bendiciones que una vez planeó entregarme, las recibo por su gracia y su poder.

Que todo lo que Dios ha planeado para nosotros se cumpla a cabalidad y que su Santo Nombre sea glorificado, por los siglos de los siglos. Amén.

“En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad, a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria. Efesios 1:12. (Nueva Versión Internacional).

¡Qué gran orgullo se siente al saber, que somos llamados hijos de Dios!

Autora: Marisela Ocampo Otálvaro

Escrirto para www.destellodesugloria.org

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