Un Misterio revelado a los niños

UN MISTERIO REVELADO A LOS NIÑOS

Por favor cambia tu mente a la forma de la de un niño para que puedas entender la Palabra que Dios tiene para ti hoy.

Cita bíblica: Mateo 21:12-17

El pasaje bíblico nos habla de un texto que es muy conocido por la mayoría de nosotros, cuando Jesús entra en el templo y expulsa a todos los que vendían y compraban en él. Este pasaje nos deja ver la bondad de Jesús en acción; la bondad no indica una actitud amable y benigna, sino una actitud de fortaleza y disciplina, de defensa de lo que es justo y correcto delante de Dios.

Sin embargo quisiera que ponga atención a lo que aconteció después: Jesús empezó a sanar a los enfermos y los muchachos que estaban en el templo adoraban a Jesús por su poder y majestuosidad. Las autoridades religiosas llegaron a Jesús indignadas por la alabanza que estos jóvenes le estaban presentando y le insinuaron que hiciera algo al respecto para acallar lo que para ellos era una blasfemia.

Jesús, muy por el contrario, hace alusión al Salmo 8 en el versículo 2 y les responde que Dios ha perfeccionado la alabanza en la boca de los niños. ¿A qué se refiere esta palabra?

Si vamos a Mateo 11:25 (le agradecería profundamente que a medida que lee este devocional lea los pasajes a los que hago alusión) encontramos una oración llena de alegría que hace Jesús, donde alaba a su Padre por esconder los misterios del reino a los sabios y a los entendidos y haberlos revelado a los niños. Esto quiere decir que aquéllos que tienen una mente llena de prejuicios y mentiras preconcebidas por las tradiciones de este mundo no pueden entender la verdad de Dios, pero que aquellos que tienen un corazón humilde y sencillo aceptan su Palabra y entienden los misterios de su Verdad.

¿De qué misterio se está hablando? En Juan 5:19-29 vemos que todos aquéllos que escuchan la voz de Jesús tienen Vida Eterna. En el versículo 29 se hace referencia a una profecía dada a Daniel que está escrita en el capítulo 12 versículo 2 que dice que aquellos que escuchen la voz de Jesús saldrán a resurrección de vida pero aquellos que no la escuchen a resurrección de condenación.

En Daniel 12:3 se nos muestra una promesa maravillosa que quisiera compartir con ustedes: “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.” ¡Qué maravillosa promesa tenemos! Este es el misterio que el mundo no puede entender porque el Espíritu del Padre no mora en él, pues buscan su propia gloria y no la gloria del único Dios; pero nosotros lo entendemos porque su Espíritu mora en nosotros si es que hemos conocido y creído el amor del Padre en Cristo Jesús nuestro Señor.

Este misterio es llamado de diferentes formas en la Biblia, se le llama heredad, vida eterna, salvación, recompensa, galardón, corona; todos tienen el mismo significado del que habla Dios en Daniel.

Los niños tienen entendimiento para escuchar la voz del Hijo y tener vida eterna, pero los sabios buscan su gloria por eso no escucha su voz y están destinados a perdición perpetua.

Es por esta razón que es fundamental y necesario que no nos hagamos sabios en nuestra propia opinión sino que nos hagamos como niños para escuchar la voz del Maestro y creer en sus Palabras que dan vida eterna, como está escrito: “Mas el justo por su fe vivirá” (Habacuc 2:4).

Puede que sea un mensaje corto pero espero que este mensaje con el cual Dios me ha tocado, pueda tocar también su corazón y pueda aprender a depender completamente de Él y esperar con paciencia el cumplimiento de su promesa.

Les regalo el Salmo 101:6, no lo dejen de leer y dejen que el Espíritu Santo los toque y los llene de esperanza a través de la Palabra maravillosa del Dios Vivo.

QUE DIOS TE BENDIGA Y RECUERDA QUE ADELANTE NOS ESPERA UN GALARDÓN.

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará”

Salmo 1:1-3

Autor: Juan Felipe Caro Valencia

Escrito para www.destellodesugloria.org

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