Como la oveja perdida

Como la oveja perdida

Son tantos los motivos que nos desvían del camino y nos van alejando, en tan solo un instante nos encontramos por ahí apartados, perdidos sin rumbo fijo, solo dando vueltas sin llegar a ningún lado, y es que son tantas cosas las que nos pueden alejar poco a poco y de una manera tan sutil, tanto  que sin darnos cuenta ya no sabemos ni a donde vamos ni cómo fue que llegamos hasta ahí.

 Sin querer comenzamos a identificarnos con la parábola de la oveja perdida porque por nuestra propia desobediencia nos alejamos del verdadero lugar donde debemos estar, es difícil estar en esa situación, pero en algún momento todos pasamos por ella, y es que lo difícil no es llegar hasta ahí, lo verdaderamente complicado es regresar, después de tanto que ha pasado, ahora tenemos la duda de volver o quedarnos allá aunque la estemos pasado mal y  todo porque ahora además del motivo que nos hizo alejarnos, se suma todo lo que hemos hecho por tratar de solucionar las cosas por nosotros mismos, y alguno que otro error cometido en el lapso de ese tiempo.

Nos llegamos a sentir presa fácil del lobo, que nos mira y juzga por haber hecho mal las cosas, nos hace sentir culpables de lo que ahora está pasando y nos quita las ganas de regresar al rebaño, solo está ahí cerca, acechándonos y esperando el mejor momento para atacarnos, mientras seguimos alejados de la protección de nuestro  buen pastor que está a lo lejos viéndonos, como si estuviera esperando que decidamos regresar, y es que cada que pensamos en hacerlo hay algo que nos detiene, como el sentimiento de fracaso o la culpa por habernos alejado.

En la parábola de las 100 ovejas, podemos ver que la oveja perdida era un mínimo porcentaje de las 100, apenas un 1%, más sin embargo el pastor deja el 99% de su rebaño para ir a buscar la que se le había perdido en el camino y va en busca de ella.

¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Mateo 18:12

Dejar todo su rebaño por unos momentos, para ir en busca de solo una oveja habla de la importancia que le da el pastor a cada una de ella y es que aunque tiene muchas otras, no está dispuesto a perder ni una sola,  y cuando va y la encuentra no le castiga por haberse ido, no la maltrata por desobediente, sino que la toma con tanta alegría y la regresa de nuevo al rebaño

Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. Mateo 18:13

Todos somos ovejas, y en algún momento por curiosidad o por decisión propia nos encontramos perdidos, alejados del rebaño de Dios, haciendo algo que poco a poco nos ha ido alejando de las demás ovejas.

Tal vez no ha sido tu intención, pero hoy te encuentras lejos y ni siquiera te explicas en que momento pasó, tal vez estas queriendo regresar, pero algún sentimiento de culpa por haber desobedecido no te deja volver, no te alejes más, no permitas que la culpa o la vergüenza terminen  por arrojarte a los brazos del lobo, el enemigo busca su presa manejándole toda clase de pensamientos que la hagan sentir culpable o que no merece la oportunidad de volver.

Él conoce los motivos, pero te perdona todo por amor. No te dejes engañar, Jesús el buen pastor, siempre está esperándote con los brazos abiertos, Él no te va a reprochar por haberte ido, no te va a amar menos por haberte alejado, Él permanece cerca, esperando a que te decidas volver, y estará feliz por tener de vuelta a su amada oveja.

Autora: Maite Leija

Escrito para: www.destellodesugloria.org

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